En la noche, los cielos en Israel se tiñen del mismo color de la muerte, el rojo intenso es el reflejo de las bombas. Las mismas que han caído los últimos dos días con ferocidad y que destruyenla ciudad de Gaza
, y otras más, ladrillo a ladrillo, dejando a miles de personas a su suerte.
Sin importar las razones ideológicas o motivos bélicos detrás del grupo Hamas o las fuerzas armadas israelíes, que respondieron ante la incursión, los muertos los sigue poniendo la población civil. No obstante, tal como lo prometió el Gobierno de Israel, la retaliación tendrá fin tan pronto como el enemigo esté vencido.
A propósito de los sitios que han sido blanco de la ofensiva de Hamas, servicios de emergencia israelíes recuperaron los cuerpos de al menos 260 jóvenes que estaban en un festival de música electrónica la madrugada del sábado. Entre los asistentes, hay dos colombianos que aún no han sido encontrados.
“Son animales, sí, animales monstruosos que no distinguen entre sangre, que matan y secuestran a niños y ancianas, que asesinan en una fiesta a jóvenes inocentes, jóvenes cuyo único pecado fue ser israelíes, que querían ser felices, que querían celebrar", lamentó Isaac Herzog, presidente de Israel.
En los videos revelados por el grupo Hamas se muestran cómo fueron los primeros ataques a las zonas fronterizas, bombardeando los muros que separan ambos países y disparando al punto de control militar que custodiaba los límites.
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El portavoz de Hamas, Abu Ubaida, habló hace unas horas de la posición de su línea de fuego: “Nuestros combatientes pudieron, gracias a Dios, llegar el domingo a la ciudad de Ashkelon, en el sur, y libraron feroces enfrentamientos que provocaron un gran número de muertos y heridos entre el enemigo”.
La ciudad quedó marcada por la ofensiva, mientras el mundo entero mira el conflicto que ya deja más de mil muertos. Una balanza de poderes se inclina entre los bandos que legitiman el actuar de Israel y los que apoyan la ofensiva del grupo terrorista palestino.