Una nueva escalada del conflicto entre Israel y Hezbolá ha dejado varias víctimas, en medio de un intercambio constante de ataques. Hezbolá ha confirmado la muerte de su comandante de la unidad aérea en un bombardeo israelí en los suburbios de Beirut, donde al menos otra persona perdió la vida. “Estamos respondiendo a los bombardeos salvajes de Israel contra las localidades y los civiles libaneses”, anunció el movimiento proiraní, que lanzó una andanada de cohetes hacia el norte de Israel.
Las tensiones se han intensificado aún más con Siria, que ha acusado a Israel de atacar una de sus posiciones militares cerca de la frontera con el Líbano, resultando en la muerte de cinco soldados sirios. “Las sirenas volvieron a sonar en Tel Aviv”, informaron fuentes locales, mientras el ejército israelí afirmó haber interceptado varios cohetes que entraron en su territorio desde Líbano.
La comunidad internacional rechazó la propuesta
A pesar de los llamados internacionales a un alto el fuego, incluidos Estados Unidos, Francia, la Unión Europea y varios países árabes, las autoridades israelíes han rechazado la propuesta, asegurando que continuarán combatiendo a Hezbolá “hasta la victoria”. La situación se complica aún más con la presencia de más de treinta mil refugiados sirios que han huido por el conflicto.
La atención ahora se centra en el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, quien está programado para intervenir en la Asamblea General de la ONU. Su discurso llega en un momento crítico, ya que el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas, abordó la situación en Gaza en su intervención anterior, recordando que Israel continúa su ofensiva en la región.
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