Detrás de una sonrisa y amabilidad se escondía un peligroso abusador
. Ramón Estigarribia, conocido artísticamente como El Paya Moncho y que se dedicada a trabajar como payaso en en eventos infantiles, fue condenado a 13 años de prisión por abusar sexualmente a por lo menos tres menores de edad en Quilmes, una provincia de Buenos Aires, Argentina.
Estigarribia, detenido hace dos años, utilizaba su personaje de payaso para ganarse la confianza de familias vulnerables. De acuerdo con la investigación, organizaba actividades solidarias con la excusa de recaudar fondos para una ONG, pero su verdadero objetivo era acceder a niños y adolescentes.
Según los medios locales, el Tribunal Oral 5 de Quilmes lo declaró culpable tras un juicio en el que se escucharon los testimonios de las víctimas. Aunque la fiscal Mariel Calviño había solicitado una pena de 20 años, la sentencia final fue de 13 en prisión efectiva.
Modus operandi de El Paya Moncho
De acuerdo con los testigos, además de organizar "actividades solidarias"
, el acusado se movía en redes sociales como Facebook e Instagram, promocionando sus shows infantiles y los eventos solidarios con el pretexto de ayudar a comederos comunitarios y organizaciones barriales, con lo cual lograba acercarse a menores en situación de vulnerabilidad.
Según informó el medio TN, una de las víctimas, identificada como D.R., relató en el juicio cómo Estigarribia abusó de él desde los 6 años. "Era un amigo de la familia, le teníamos mucha confianza", declaró convirtiéndose en una de las declaraciones más impactantes del caso.
Adicionalmente, el hombre lo llevaba a su habitación, ponía dibujos animados y luego lo sometía a tocamientos indebidos. “Me llevó a su habitación, puso Bob Esponja en la tele y me hizo acostar. Luego me pidió que jugara un juego con él y comenzó a tocarme”, recordó la víctima. Esa fue la primera vez que el payaso abusó de él, pero lamentablemente los ataques se repitieron durante años.
D.R. contó que las agresiones sexuales se repitieron durante años, pero solo se animó a denunciarlo al cumplir la mayoría de edad. "No podía dejar que este cínico siguiera cerca de niños vulnerables", explicó. Su declaración fue clave para que la Justicia avanzara en la investigación.
En una pasada entrevista con TN, el joven recordó con dolor uno de los episodios: "Me hace acostar en la cama él, se acuesta al lado y ahí se insinúa. Yo siento algo atrás en mi espalda y cuando me doy vuelta le digo ‘¿qué estaba haciendo? No sé qué hacer’. Y ahí veo que saca su sus partes íntimas".
¿Podría haber más víctimas?
Aunque la sentencia se basó en los casos de tres menores, la ciudadanía no descarta que existan más víctimas, pues Estigarribia trabajó durante años como animador en eventos infantiles y actividades solidarias, lo que le permitió tener contacto constante con niños.
En Argentina, se considera abuso sexual a menores toda situación en la que un adulto involucra a un niño, niña o adolescente en conductas de índole sexual, sin importar si hay o no contacto físico. Estas acciones son especialmente graves cuando las víctimas no están en condiciones de comprender o consentir lo que ocurre.
Para denunciar casos de abuso sexual infantil, las autoridades han habilitado la línea gratuita 0800-222-1717 del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación. Está disponible las 24 horas del día, los 365 días del año, desde cualquier lugar del país.