Una mujer ecuatoriana de 32 años fue condenada en Estados Unidos a cadena perpetua por abandonar y dejar morir a su hija, una bebé de 16 meses de nacida, por irse de vacaciones. El caso fue calificado por el juez como "horror puro".
De acuerdo con los investigadores, los gritos de la pequeña Jailyn resonaron por varios días en las tranquilas calles de Cleveland en junio del año pasado. Su madre, Kristel Candelario, estaba a kilómetros de distancia, tomándose unas vacaciones. El resultado de la desalmada decisión fue la muerte de la bebé.
“Esta bebé de 16 meses se quedó sola en un corral durante 11 días sin comida, tal vez leche, la ropa que tenía puesta y el pañal que llevaba. Candelario le dio más importancia a unas vacaciones en Puerto Rico con su novio que a la salud, seguridad y bienestar de su propia hija”, indicó Teresa Gómez, sargento de Policía de Cleveland.
Según la investigación, al llegar de sus vacaciones, la mujer intentó montar una fachada. Vistió a Jailyn con ropa limpia y luego llamó al 911.
“Vimos sus ojos hundidos y bien abiertos, eran el resultado de una deshidratación severa. Tenía suciedad en la boca y las uñas. No fue hasta el día siguiente que los detectives se enteraron de que la suciedad en realidad eran heces”, manifestó Teresa Gómez, sargento de Policía de Cleveland.
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Hace un mes Candelario se declaró culpable y en las últimas horas un juez dictó sentencia: cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.