Un solo tiro le bastó a un curtido soldado del Servicio Aéreo Especial del Reino Unido para dar de baja a cinco yihadistas en territorio dominado por las fuerzas kurdas. ¿Cómo lo logró? La potente bala impactó el chaleco explosivo que llevaba uno de los terroristas.
Medios internacionales que registraron el hecho precisaron que el francotirador usó un rifle calibre .50, cuya munición se usa generalmente para atacar objetivos grandes como aviones, vehículos o tanques de blindaje ligero.
El francotirador, ubicado a unos 900 metros del blanco, tenía como objetivo abatir al primer yihadista y luego ir por el líder. Sin embargo, como comentó una fuente al Daily Star , “tuvimos suerte”.
El plan hacía parte de la vigilancia a una posible fábrica de explosivos del Estado Islámico donde se estarían armando artefactos para ataques suicidas.
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