Un conmovedor espectáculo se vivió el domingo 26 de febrero en las graderías del estadio Vodafone Park, donde se disputaba el partido entre los equipos Besiktas y el Antalyaspor de la liga turca. Sobre el minuto 4:17, a la hora exacta en la que se registró el terremoto en este país, los miles de asistentes comenzaron a lanzar peluches y abrigos para los niños de Turquía, víctimas del destructor sismo.
Por varios minutos fue interrumpido el partido y los jugadores, algunos con lágrimas, tuvieron que ayudar a los asistentes a recoger las montañas de juguetes que el club Besiktas les hará llegar a miles de niños de Turquía.
Durante el encuentro, los aficionados del Besiktas, uno de los principales equipos de fútbol en Turquía, también pidieron la dimisión del gobierno, una manifestación política inusual en un estadio y que tuvo lugar tres semanas después del terremoto que mató a más de 44.000 personas en el país.
"¡Gobierno, dimisión!, gritaron los seguidores del Besiktas en las gradas del Vodafone Park, siguiendo el ejemplo del día anterior de los aficionados del Fenerbahçe, otro de los grandes clubes de Estambul.
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Pero lo que marcó el partido del Besiktas contra el Antalyaspor fue la lluvia de peluches para los niños de Turquía.
Los aficionados del Fenerbahçe ya habían hecho el sábado proclamas contra el gobierno de Recep Tayyip Erdogan: "Mentiras y trampas, ya hace 20 años que dura. ¡Dimisión!".
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Tras el sismo, de magnitud 7,8, el gobierno turco recibió numerosas críticas por no haber distribuido suficientes tiendas de campaña y ayuda humanitaria ni haber desplegado un número suficiente de equipos de rescatistas en las localidades afectadas por la catástrofe.
La popularidad de Erdogan, que ya había bajado por la crisis económica, se deterioró aún más por la gestión del terremoto, que también se cobró varios miles de vidas en Siria.
Para acallar las críticas, las autoridades bloquearon de manera temporal el acceso a Twitter el 8 de febrero.
Además, el Consejo Superior Turco de Radio y Televisión (RTUK) sancionó a tres televisoras por haber criticado al ejecutivo.
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"El sismo no solo destruyó las casas, sino también el imperio del miedo. Aunque prohíban Twitter o cadenas de televisión (...), las voces encuentran brechas para expresarse. Así sucedió en el campo del Fenerbahçe", destacó el sábado el periodista turco Mustafa Hos en la red social del pajarito.
Los aficionados del Besiktas son conocidos por una tendencia política más bien afín a la oposición.
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