Están presos desde septiembre de 2016 por estar indocumentados y pese a tener orden de excarcelación hace ocho meses no los dejan libres.
Reciben solo una comida al día y lavan las ollas en el mismo baño donde las 59 personas hacen sus necesidades.
Edelberto Ramos, uno de los detenidos, llora mientras cuenta que su mujer y sus cuatro hijos pasan días sin probar bocado.
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