Cometieron delitos sexuales, pagaron su condena y ahora no tienen a dónde ir

Más de 250 exconvictos, juzgados en EE. UU., crearon una colonia porque la ley les impide estar cerca de escuelas o paradas de bus. Ahora los van a expulsar.

Una zona industrial de Hialeah, en Florida, se ha convertido en el hogar de estas personas. Duermen en carpas y hasta hace unos días, antes de que les llevaran baños portátiles, usaban los de los locales comerciales de la zona.

Según las leyes del condado, quien ha cometido un delito sexual no puede vivir a menos de 610 metros de escuelas, jardines infantiles, parques, ni paradas de autobuses. Por eso, se habían se habían instalado allí.

Sin embargo, este jueves vence un plazo que les dieron las autoridades para desalojar dicho sector.

Muchos dicen que no saben qué hacer, pues deben cumplir el toque de queda de 10 de la noche a 6 de la mañana en esta dirección, registrada como su residencia, o de lo contrario estarían quebrantando la ley.

“Si se quedan serán arrestados; si se van, también”, explica uno de los habitantes del campamento.

Algunos de los que se habían trasladado hacia un terreno cerca de Kendall tuvieron que desalojar, luego de que los residentes del lugar presionaran su salida.

Cuatro de las personas que viven el campamento acaban de entablar una demanda contra el condado para evitar que los saquen.