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Colombiano relata cómo se vive la guerra en Donetsk: “Escuchamos día y noche la artillería”

Luis Eduardo Muñoz asegura que “aunque la operación especial rusa completó un año, la guerra lleva nueve años en el Donetsk”. Hace unos días, a solo 50 metros de su casa, cayeron 20 bombas.

Colombiano relata cómo se vive la guerra en Donetsk: “Escuchamos día y noche la artillería”

Luis Eduardo Muñoz es un colombiano que lleva viviendo 37 años en la región de Donetsk, epicentro de la guerra que libran Ucrania y Rusia. Cuando se cumple un año de la invasión de Rusia, Noticias Caracol lo contactó para conocer de primera mano cómo se vive el conflicto en esa región del mundo.

¿Cómo han vivido este último año de guerra?


La guerra no lleva un año, lleva mucho más. En los últimos meses ha estado bastante complicado, en el día y toda la noche escuchamos el estruendo de la artillería pesada. De nuestra parte escuchamos más lo que le llaman la artillería antiaérea, nosotros lo escuchamos.

Sin embargo, ayer murieron varias personas por cohetes Himars, son cohetes norteamericanos, que está utilizando el Ejército ucraniano y murió un grupo de personas, por lo menos cinco. Un grupo de paramédicos. Una ambulancia se dirigió a tratar de ayudar a una señora que había quedado herida por unos cohetes que cayeron inmediatamente antes de que ellos llegaran, cuando ellos estaban saliendo con la señora volvieron a caer y murieron. Fallecieron tres médicos, el conductor y la señora que habían recogido.

He escuchado a lo largo del día unas 50 veces las explosiones, afortunadamente lejos de mi casa.

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Llevamos 9 años en guerra. Hoy es el primer aniversario del comienzo de la operación especial rusa, pero aquí llevamos en guerra nueve años con el gobierno de Kiev, exactamente nueve años.

Usted ha tenido cuatro pasaportes. Llegó cuando era la Unión Soviética, luego en Ucrania, después la República Popular de Donetsk y ahora en Rusia.


Yo nunca tuve pasaporte de Ucrania, yo siempre tuve mi pasaporte colombiano. Viví siempre en Ucrania con un permiso que me daba hasta licencia de tener armas de cacería. Yo siempre he sido cazador, pero no me daba derecho a votar.

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Cuando llegó la República Popular de Donetsk sí me exigieron que tenía que tener el pasaporte local, al que tenía derecho porque llevaba viviendo aquí mucho tiempo.

Y recibí mi segundo pasaporte después del colombiano, que fue el pasaporte de la República de Donetsk. Ahora, cuando estamos viviendo en Rusia, todas las personas que viven en Donetsk tienen derecho a pedir el pasaporte ruso y no se lo pueden negar.

Pareciera que Ucrania pasó de estar mucho tiempo en una labor defensiva a atacar. ¿Usted cómo lo siente en un lugar en donde la guerra es cosa de todos los días?


Lo sentimos de una manera alentadora. ¿En qué sentido? Hasta hace un año exactamente los pronósticos eran muy tristes porque en diciembre y enero del año anterior, el Ejército ucraniano ya había logrado sitiar a Donetsk y Lugansk con más de 150 mil efectivos y todo su Ejército para acabar y arrasar con nosotros.

Durante dos meses llevaron un preparamiento de artillería, que aquí era imposible salir a la calle y en ese momento fue que empezó la operación militar de Rusia, que nos dio un descanso en un principio porque entendimos que ya no íbamos a ser arrasados, sino que se iba a prolongar hasta que Rusia lograra sacar del territorio de Donetsk a los ucranianos.

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En parte ha sido así. En Lugansk el 95% está en manos de Rusia. En Donetsk de un 33% ha pasado a un casi 60%.

Desafortunadamente, durante estos 8 años ellos (los ucranianos) se prepararon y lograron hacer fortificaciones de cemento y concreto tan fuertes que el Ejército ruso no ha logrado sacar a los ucranianos.

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Es triste porque muere muchísima gente de ambos lados. Créanme, es una matanza lo que está ocurriendo y mueren civiles.

Apenas el domingo pasado, estando yo al frente de mi casa, me reuní con unos amigos a charlar -es de un club que tenemos desde el 2011 de español- y cayeron alrededor de nosotros. Yo vivo en el centro de la ciudad y, a 50 metros de mi casa, cayeron alrededor de 20 bombas Himars.

Hubo apenas 11 heridos, creo que nadie murió, pero más lejitos, como a 2 km, cayó otro paquete de 20 bombas y murió una señora y la cantidad de destrucción es grande. Es muy triste eso.

Nos sentimos como engañados, pensamos que iba a ser más rápido porque Rusia tiene mucha fuerza, pero no ha sido así. Desafortunadamente, Ucrania está recibiendo mucha ayuda y está combatiendo hasta el último ucraniano.

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¿A qué se dedica usted, de qué ha vivido?


No es fácil, pero a mi edad uno ya tiene sus rentas fijas. Por otra parte, mi hijo mayor se fue para Rusia hace cuatro años; allá trabaja y no necesita mi ayuda. Mi esposa es docente en la Universidad Tecnológica de Donetsk, ella también recibe afortunadamente muy buen sueldo, más de mil dólares y aquí los precios no son tan altos.

Antes tenía mi negocio de exportaciones e importaciones, pero últimamente no ha habido lugar para ninguna clase de negocios. El año pasado estuve tres veces en Colombia prestando una asesoría a una ONG que participa en las elecciones. Afortunadamente, a nadie de mi familia le ha faltado el pan diario.

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Expertos consideran que no va a haber una solución a corto plazo. ¿Usted, su familia y sus amigos están preparados para esto?


Mi hija está estudiando en Moscú y le tenemos guardadas sus mensualidades, y recibe cierta ayuda porque está en unas residencias universitarias. Entonces no tenemos necesidades, nuestra necesidad es la paz. Mis amigos, la gran mayoría, se fueron.

La verdad sea dicha: no este último año, ellos se fueron hace 8 o 9 años cuando empezó la guerra aquí.

La gente que queda es la que tiene un trabajo, que puede recibir un dinero. A pesar de la guerra, aunque han parado algunas fábricas, el resto de la gente trabaja. La parte de los funcionarios públicos todos trabajan, todos reciben buen sueldo.

Desde que Rusia reconoció como propio este territorio están dando una cantidad de ayudas a la gente increíble. Como hay comida para todos en las tiendas, entonces no hay problema.

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Hace dos días, cuando Putin hizo el último discurso al Congreso, decretó que todas las familias con niños nacidos desde el 2007 van a recibir la ayuda que se recibía en Rusia desde ese año, que antes no recibían, de casi por cada niño diez mil dólares; eso es una gran cantidad de plata, son como 750 mil rublos.

Y eso va a ayudar a la economía. Imagínese, si tiene dos hijos pues imagínese, entonces la gente no pasa hambre, pero el problema es la guerra, que no se pude salir casi a la calle.

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