Hay cinco casos confirmados en la ciudad de Beira y temen que también aumenten la malaria y enfermedades respiratorias por la situación de los damnificados.
La presencia de agua contaminada, junto a la falta de agua potable y en muchas zonas de los productos necesarios para su purificación, ha propiciado la aparición de esta enfermedad, bastante común en este tipo de crisis humanitarias.
En Mozambique, el país más duramente golpeado por el paso de Idai, esta catástrofe ha dejado, de momento, 468 muertos y 1.500 heridos y una situación que, según Médicos Sin Fronteras (MSF), "sigue siendo muy complicada".
"Sabemos que las acciones de ayuda en la zona van a llevar meses, pero lo que es seguro es hará falta al menos un año para que la población pueda regresar a la normalidad", dijo en una entrevista telefónica la coordinadora general de MSF en Mozambique, Caroline Rose.
Publicidad
Para esta experta, quien dirige desde Maputo las operaciones de su organización en la zona del desastre, existe "una enorme necesidad" desde el punto de vista médico, sobre todo después de que varios centros sanitarios quedaran destrozados por el ciclón.
"No solo hay una preocupación por el cólera, también pueden aumentar los casos de malaria y de enfermedades respiratorias, ya que algunas personas están durmiendo a la intemperie", señaló la coordinadora.
Publicidad
Rose destacó que ahora lo "urgente" es que las agencias y oenegés coordinen sus esfuerzos, ya que muchas organizaciones han llegado a la zona y resulta necesario ver quién hace qué.
La ONG Plan Internacional, que también envió a especialistas en ayuda humanitaria al área siniestrada, alertó de que más de un millón de niños y niñas "necesitan ayuda urgente", ya que muchos están separados de sus familias y traumatizados por el desastre.
"Sabemos que alrededor de un millón de niños y niñas están en una situación de emergencia y necesitan de forma urgente comida, agua, medicamentos, protección y educación", aseguró la directora general de Plan Internacional en España, Concha López.
Más de un millón de personas resultaron damnificadas a causa de las inundaciones provocadas por el ciclón Idai en Mozambique, muchas de ellas con necesidad de asistencia urgente para sobrevivir, indicó MSF, que reclamó una respuesta "a gran escala".
Publicidad
"La cadena de suministros se ha roto y eso provoca falta de alimentos, agua potable y atención médica", afirmó el coordinador de emergencias de MSF en Beira Gert Verdonck, al subrayar que el ciclón dañó el sistema de suministro de agua de la ciudad.
Por eso, matizó, "muchos habitantes carecen de agua potable. Esto significa que no tienen más remedio que beber de pozos contaminados. Algunas personas incluso recurren a beber el agua estancada junto a la carretera. Esto se traduce en un aumento de pacientes que padecen diarrea".
Publicidad
Este martes, el portavoz de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), Saviano Abreu, ya advertía del aumento de personas en centros de acogida en Beira con fuertes diarreas y síntomas de deshidratación y confirmaba la activación un protocolo de actuación contra el cólera.
Aunque las inundaciones han ido disminuyendo y la ayuda ha comenzado a llegar por carretera a zonas hasta hace unos días inaccesibles de Mozambique, la situación todavía es extrema para 1,85 millones de personas que se encuentran en riesgo de inseguridad alimentaria.
En Maputo aterrizó un avión de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) cargado con tiendas, mosquiteras, mantas y bidones de agua, mientras se espera que otros dos aparatos lleguen a Zimbabue y Malaui esta semana, con el fin de brindar apoyo a unas 300.000 personas.
El ciclón tocó tierra cerca de Beira el 14 de marzo, al día siguiente se movió hacia Zimbabue, si bien, antes de llegar a Mozambique, ya había azotado a Malaui como tormenta tropical.
Publicidad
Idai ha causado, hasta la fecha, unos 700 muertos en esos tres países.
Le puede interesar:África enfrentará epidemia de enfermedades infecciosas por ciclón que deja más de 700 muertos