China logró el sábado posar un pequeño robot teleguiado en la superficie de Marte, un hito para el país asiático en una misión particularmente compleja que refleja sus aspiraciones espaciales cada vez más ambiciosas.
Pekín lanzó a finales de julio de 2020 desde la Tierra su misión no tripulada "Tianwen-1", por el nombre de la sonda enviada al espacio.
Dicha misión está integrada por tres elementos: una sonda orbital (que gira alrededor del astro), un módulo de aterrizaje (que se posó en Marte) y a bordo el robot teleguiado "Zhurong".
"El módulo de aterrizaje Tianwen-1 se posó con éxito en la zona predefinida" en Marte con el robot "Zhurong" a bordo, informó CCTV, que difundió una edición especial titulada "Nihao Huoxing" (Hola Marte), y precisó que se había recibido en la Tierra una "señal".
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El descenso culminó a las 7:18 a.m. en una zona del planeta rojo denominada "Utopia Planitia", una vasta planicie situada en el hemisferio norte de Marte, precisó la Agencia Espacial China (CNSA).
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Posarse en el planeta rojo es particularmente complicado y muchas misiones europeas, soviéticas y estadounidenses no lo consiguieron.
En febrero, "Tianwen-1" se había colocado en órbita marciana y tomó fotos del planeta rojo.
El sábado, consiguió posar el módulo de aterrizaje en Marte, lo que permitirá ahora al "Zhurong" salir del mismo a explorar sus confines.
Realizar estas tres operaciones en una primera misión a Marte es un hito mundial.
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Peligroso descenso
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La llegada a Marte supuso un momento crítico
Una vez en la atmósfera del planeta rojo, el módulo de aterrizaje de "Tianwen-1" desplegó un paracaídas para efectuar un peligroso descenso de varios minutos, explicó la agencia espacial.
El módulo se estabilizó luego a 100 metros por encima de la superficie, para identificar los obstáculos, antes de posarse finalmente.
Dada la distancia con la Tierra, "Tianwen-1" tuvo que "posarse solo" sin ayuda exterior, explica Chen Lan, analista del portal GoTaikonauts.com, especializado en el programa espacial chino.
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El planeta rojo está situado a unos 200 millones de kilómetros de la Tierra, según la prensa china, y una señal tarda "18 minutos" en llegar. Por tanto, "en caso de problemas, nadie en la Tierra hubiera podido ayudarle", precisa Chen a la AFP.
Con un peso de más de 240 kg, "Zhurong" tiene previsto realizar análisis del suelo, de la atmósfera, tomar fotos y cartografiar el planeta rojo.
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China tiene experiencia en la materia, ya que ha desplegado dos pequeños robots en la Luna, los "Conejos de Jade" 1 y 2, en 2013 y 2019, respectivamente.
La misión a Marte también buscará eventuales señales de vida pasada.
"Zhurong" está equipado con paneles solares para su alimentación eléctrica y pretende estar operativo durante tres meses.
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La sonda también cuenta con cámaras, un radar y láseres que le permitirán estudiar el entorno y analizar la composición de las rocas marcianas.
Llega al planeta rojo unos meses después de Perseverance, el vehículo explorador de la NASA, la agencia especial estadounidense, que se posó en Marte el 18 de febrero con la misión de buscar pruebas de vida pasadas.
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El nombre de "Zhurong" fue elegido tras un sondeo en línea y hace referencia al Dios del Fuego en la mitología china. Un simbolismo justificado por la apelación china de Marte: "huoxing", literalmente "el planeta de fuego".