Carlos III ha sido este domingo proclamado oficialmente rey en algunos países de la Mancomunidad de Naciones.
Iniciando por la capital escocesa de Edimburgo, a donde llegó el féretro de su madre, Isabel II, procedente del castillo real de Balmoral.
Ese primer texto leído en el territorio de Inglaterra, donde se constata la muerte el pasado jueves de Isabel II y su sucesión por su primogénito, es el mismo que se ha leído y en las ceremonias públicas en las otras tres naciones del Reino Unido, que han estado igualmente acompañadas de desfiles militares y salvas de cañón.
El lunes, Carlos III encabezará una procesión desde la residencia real edimburguesa de Holyroodhouse hasta la cercana catedral de St Giles, donde se celebrará un servicio religioso y se instalará una capilla ardiente.
Publicidad
Antes de que el féretro regrese el martes a Londres, el rey y la reina consorte Camila, acompañados de la primera ministra británica, Liz Truss, viajarán a Belfast y más adelante a Gales, previo al funeral de Isabel II en Londres el 19 de septiembre.
El nuevo monarca, de 73 años, también fue reconocido formalmente en Cardiff (Gales) en medio de una pequeña manifestación de protesta y en Belfast (Irlanda del Norte), tras la primera y principal proclamación el sábado en Londres.
Publicidad
Asimismo, el hombre de 73 años fue nombrado formalmente como rey de Australia y Nueva Zelanda, en sendas ceremonias oficiadas por las autoridades locales.
En Canberra, el gobernador general David Hurley proclamó a Carlos III como rey de Australia "por la gracia de Dios".
En una ceremonia similar en Wellington, la primera ministra neozelandesa, Jacinda Ardern, alabó al nuevo monarca por su "afecto" al país y haber "demostrado de manera consistente su aprecio profundo por nuestra nación".
Australia y Nueva Zelanda, dos excolonias británicas, son independientes desde hace décadas pero mantienen al rey o reina de Inglaterra como jefe de Estado.
Publicidad