El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, condenó el domingo la invasión del Congreso, el Tribunal Supremo y el Palacio presidencial en Brasilia por "fanáticos fascistas", luego de que partidarios del expresidente Jair Bolsonaro protagonizaran escenas de caos ocupando las sedes de los tres Poderes en la capital.
Lula da Silva, que derrotó a Bolsonaro en octubre en un dividido balotaje y asumió el cargo apenas hace una semana, firmó un decreto declarando una intervención federal en Brasilia, invocando poderes especiales para restaurar la ley y el orden en la capital: "Descubriremos quiénes son estos vándalos y serán castigados con toda la fuerza de la ley", dijo desde la ciudad de Araraquara, en el estado de Sao Paulo.
Nombró interventor a Ricardo Capelli, secretario general del Ministerio de Justicia, quien será el responsable de toda el área de Seguridad en la capital hasta el próximo 31 de enero y estará subordinado directamente al presidente.
Con la intervención, los órganos de Policía de la capital pasan a estar controlados por el interventor, que a su vez solo responde ante Lula.
El interventor tendrá poderes para requerir fondos y bienes a disposición del Gobierno regional del Distrito Federal de Brasilia para desempeñar sus funciones, según un decreto leído por Lula.
En una declaración a la prensa, Lula sostuvo que quien debería haber estado a cargo de la seguridad en Brasilia "no hizo" sus funciones.
Publicidad
Lula se encontraba este domingo en Araraquara, en el interior del estado de Sao Paulo, para conocer los daños provocados por las fuertes lluvias de los últimos días en la región.