Un brutal asesinato se presentó la semana pasada en la cárcel de Cruzeiro do Oeste, ubicada en el estado de Paraná, en Brasil. La víctima, a la que castraron y le arrancaron el corazón, era un condenado por violación.
Alex Sandro de Souza Mota, de 30 años, quien cumplía una pena por pedofilia y violación a su hijastra de cinco años, fue hallado muerto en su celda el pasado 18 de agosto.
“En la celda de PECO, uno de los detenidos asestó el primer golpe en el cuello a la víctima y acabó provocando una hemorragia y se dio cuenta de que posiblemente lo había matado”, declaró el responsable de la investigación a la prensa local.
Tras la muerte, el condenado por violación habría sido acostado en una cama y su compañero de celda “comenzó a hacer algunos cortes para extraer el corazón y también le quitó el pene, colocándolo en la boca”.
Publicidad
De acuerdo con el informe del centro penitenciario, la escena del crimen fue velozmente limpiada por el o los asesinos.
Un reo que se atribuyó el crimen aseguró que “escuchó voces que le decían cómo debía proceder y dónde cortar". Fue aprehendido, mientras otros dos son investigados.