Mikayla y Anthony Bishop se casaron en Cincinnati, Estados Unidos , el pasado 31 de octubre, una boda que terminó siendo noticia porque casi la mitad de los invitados se contagió de coronavirus.
La pareja dijo creer que habían planeado una celebración con todos los protocolos de bioseguridad, pues en las mesas pusieron gel antibacterial, tapabocas y redujeron la lista de quienes iban a acompañarlos, que inicialmente era de 200.
Eso no evitó que los novios y 32 de los 83 asistentes, tres de ellos abuelos de la pareja, enfermaran de COVID-19.
Mikayla dijo que el día de la boda, cuando las puertas de la iglesia se abrieron y sus padres la acompañaron por el pasillo, “lo primero que veo es la cara de todos. Y ahí fue cuando me di cuenta, nadie llevaba tapabocas”.
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La pareja contó a WLWT que los invitados no guardaron distanciamiento, ni para comer ni para salir a bailar, cosa contraria a lo que hicieron sus abuelos, que pese a evitar la multitud y seguir los protocolos no pudieron eludir al coronavirus .
En la luna de miel, Mikayla y Anthony empezaron a sentirse mal y luego, cada día, empezaron a recibir llamadas de familia y amigos que les informaban que estaban enfermos.
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