El papa Francisco anunció que su antecesor, Benedicto XVI, de 95 años, está "muy enfermo". Lo dijo durante la audiencia general del miércoles 28 de diciembre. A tenor de las pocas fotografías que se han publicado de él, su salud se ha ido deteriorando.
"Me gustaría pedirles a todos ustedes una oración especial por el papa emérito Benedicto", porque "está muy enfermo, pidiendo al Señor que lo consuele y lo sostenga", dijo el sumo pontífice.
Benedicto XVI se convirtió en 2013 en el primer papa en renunciar en seis siglos y, desde entonces, ha vivido prácticamente retirado del foco público.
En 2013 mencionó precisamente su declive físico como una de las razones por las que decidió renunciar a seguir siendo el jefe de la Iglesia católica.
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En abril de 2022, el que fuera durante años su secretario, el arzobispo Georg Gaenswein, dijo a Vatican News que el papa emérito se encontraba "relativamente débil", aunque "de buen ánimo".
"Puedo confirmar que en las últimas horas ha habido un deterioro debido al avance de la edad. La situación en este momento permanece bajo control, monitoreada continuamente por médicos", dijo este miércoles el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, en un comunicado.