El Vaticano dio un nuevo informe sobre el papa emérito Benedicto XVI, de 95 años y cuya condición ha ido empeorando recientemente. "Su estado de salud se mantiene estable en este momento", declaró el jefe del servicio de prensa, Matteo Bruni, en un breve comunicado.
"La pasada noche el papa emérito pudo descansar bien. Y ayer (jueves) por la tarde participó en la celebración de la misa desde su habitación", agregó.
El papa Francisco anunció el miércoles, 28 de diciembre, tras visitar a Benedicto XVI, que este se encontraba "muy enfermo". Agregó que rezaba por el pontífice cuya renuncia en 2013 por motivos de salud sorprendió al mundo.
Las fotos de su última visita, el 1 de diciembre, mostraban a un papa emérito frágil y visiblemente debilitado.
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"Su salud se deterioró hace unos tres días. Son sus funciones vitales las que fallan, incluido el corazón", declaró una fuente vaticana, explicando que no está prevista ninguna hospitalización, ya que la residencia de Benedicto XVI dispone del equipo médico necesario.
Este 30 de diciembre está prevista una misa en su honor en la basílica romana de San Juan de Letrán, que depende directamente del Vaticano, a las 17H30 locales (16H30 GMT).
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El Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) y las Conferencias Episcopales de América Latina anunciaron en un comunicado recogido en la web del Vaticano el viernes que orarían, junto a "todo el pueblo latinoamericano" por la salud del papa emérito, "pidiendo al Señor que lo consuele y lo sostenga en este testimonio de amor a la Iglesia, hasta el final".
El pontificado de ocho años de Benedicto XVI,
de 2005 a 2013, estuvo marcado por múltiples crisis, incluidas las revelaciones sobre abusos sexuales de religiosos a menores en varios países.