Carmelo Duncan, un bebé de 15 meses, murió tras recibir varios impactos de bala en el sureste de la capital de Estados Unidos .
El pequeño iba en su silla, en la parte trasera del carro de la familia, y junto a él estaba su hermano de 8 años, a quien su papá acababa de recoger en una casa vecina.
Mientras avanzaban por la Southern Avenue, una camioneta gris con vidrios polarizados se acercó y desde allí empezaron a disparar.
El carro recibió 10 tiros, varios de los cuales impactaron en el bebé, que recibió uno en la cabeza.
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Bomberos y médicos que estaban cerca del lugar atendiendo otro caso escucharon el tiroteo y en minutos llegaron para trasladar al niño a un hospital, donde murió poco después, informó The Washington Post.
La Policía señaló que se usó más de un arma en el ataque y ofreció una recompensa de 60.000 dólares por información que permita encontrar a los asesinos de Carmelo, por quien han hecho vigilias.
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Su mamá, Taquana Duncan, que trabaja como guardia de seguridad privada y tiene 28 años, dijo llorando que Carmelo “era el mejor bebé de todos”.
El pequeño tenía otra hermana, una niña de 6 años, que no estaba en el carro cuando ocurrió el ataque.