Rese Hamsmith, una niña de 17 meses, falleció tras haberse tragado una pila del control remoto del televisor. La batería quemó su esófago, cuerdas vocales y garganta. Sucedió en Lubbock, Estados Unidos.
Cuando la menor sufrió una fuerte tos su madre, Trista, la llevó inmediatamente a un hospital. La mujer tuvo la sospecha de que su hija pudo haberse tragado la batería al darse cuenta de que al control le faltaba una.
Lastimosamente, su presentimiento fue cierto. La radiografía confirmó que la menor se tragó la pila y después de ingresar al esófago, generó electricidad, lo que causó fuertes quemaduras.
Publicidad
La pequeña Reese fue trasladada al Hospital Infantil de Texas, donde fue sometida a varias cirugías para extraer la pila e intentar subsanar los daños provocados.
Lamentablemente, pese a todos los esfuerzos de los médicos, la menor no sobrevivió debido a que la batería estuvo demasiado tiempo en su cuerpo.
Publicidad
Trista expresó en su cuenta de Facebook la profunda tristeza que siente después de haber perdido a su pequeña Reese:
"Estamos con el corazón roto, no hay mucho más para decir ahora. Intenté encontrar las palabras durante un tiempo. Tuve que volver a casa hoy. Mi madre también llegó. Somos una familia sin uno de sus miembros".
La madre, junto con una amiga, habían creado una página para recaudar fondos y cubrir los gastos médicos y de viaje. La campaña recaudó más de 47.000 dólares (casi 164 millones de pesos)
Publicidad