Un impactante video quedó captado en medio de una transmisión en vivo que realizaba una reportera del Al Jazeera. En las imágenes se ve el momento en el que un misil lanzado por Israel
impacta sobre un edificio en Gaza.
Youmna El Sayed, nombre de la periodista que cubría los bombardeos que estallaron en la mañana de este sábado 7 de octubre luego de milicianos palestinos lanzaran miles de cohetes a Israel -que no tardó en responder los ataques-, no ocultó el terror que vivió por la explosión, mientras que el presentador en el set trataba de calmarla.
Se informó que al menos 70 personas murieron en Israel, mientras que las autoridades de Gaza publicaron un número de muertos de 198 en la escalada más sangrienta del conflicto en años, que también dejó cientos más heridos en ambos lados.
"Estamos en guerra", dijo el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, mientras el ejército lanzaba una serie de ataques contra objetivos en el enclave costero bloqueado, incluidos varios bloques de pisos residenciales que quedaron completamente destruidos.
"El enemigo pagará un precio sin precedentes", prometió el veterano primer ministro israelí después de que Hamas lanzara su primera ofensiva combinada por aire, mar y tierra, medio siglo después del estallido de la guerra árabe-israelí de 1973.
Hamas ha publicado imágenes de varios israelíes capturados y el portavoz del ejército israelí, Daniel Hagari, confirmó que "hay soldados y civiles secuestrados. No puedo dar cifras sobre ellos por el momento. Es un crimen de guerra cometido por Hamas y pagarán el precio".
El grupo islamista inició el ataque alrededor de las 06:30 horas con miles de cohetes dirigidos hacia Tel Aviv y Jerusalén, algunos de ellos eludiendo el sistema de defensa de la Cúpula de Hierro y alcanzando edificios.
Los combatientes de Hamas, que viajaban en vehículos, barcos e incluso usaban parapentes motorizados, violaron la barrera de seguridad de Gaza y atacaron ciudades y puestos militares israelíes cercanos, abriendo fuego contra residentes y transeúntes.
Se vieron cadáveres tirados en las calles de la ciudad de Sderot, cerca de Gaza.
"¡Envía ayuda, por favor!", suplicó una mujer israelí que se refugiaba con su hijo de 2 años, mientras militantes afuera abrían fuego contra su casa e intentaban irrumpir en su habitación segura, informaron los medios israelíes.
Los periodistas de la AFP vieron a palestinos armados reunidos alrededor de un tanque israelí en llamas y a otros que conducían un vehículo militar Humvee israelí incautado de regreso a Gaza.
'Puertas del infierno'
El mayor general del ejército israelí, Ghasan Alyan, advirtió que Hamas había "abierto las puertas del infierno".
El ejército dijo que sus fuerzas estaban involucradas en tiroteos en vivo en varios lugares cerca de la Franja de Gaza, en una operación denominada Espadas de Hierro.
Un periodista de la AFP en Gaza vio humo saliendo de los restos de una torre residencial tras los ataques israelíes, que según el Ministerio del Interior de Gaza contenía 100 apartamentos y fue completamente destruida.
El ejército de Israel afirmó que había advertido a los residentes que evacuaran antes de atacar dos edificios de varios pisos utilizados por Hamas.
El grupo de ayuda Médicos sin Fronteras indicó que un ataque había alcanzado el hospital indonesio del enclave y una ambulancia afuera del Hospital Nasser en el sur de Gaza, causando múltiples muertes.
La escalada se produce tras meses de creciente violencia, principalmente en la ocupada Cisjordania, y tensiones alrededor de la frontera de Gaza y en los lugares sagrados en disputa en Jerusalén.
Hamas calificó su ataque como "Operación Inundación de Al-Aqsa" y llamó a los "combatientes de la resistencia en Cisjordania", así como a las "naciones árabes e islámicas", a unirse a la batalla.
"Hemos decidido poner fin a todos los crímenes de la ocupación (Israel)", afirmó su brazo armado, las Brigadas Ezzedine al Qassam, asegurando haber disparado más de 5.000 cohetes.
El portavoz del ejército, Richard Hecht, informó que Israel había contado al menos 2.200 cohetes dirigidos a su territorio.
El jefe de Hamás, Ismail Haniyeh, expresó que el grupo estaba "al borde de una gran victoria y una clara conquista en el frente de Gaza".
"Ya es suficiente", manifestó en un discurso televisado. "Debe completarse el ciclo de intifadas (levantamientos) y revoluciones en la batalla por liberar nuestra tierra y a nuestros prisioneros que languidecen en las cárceles de ocupación".
Antes de la violencia del sábado, al menos 247 palestinos, 32 israelíes y dos extranjeros habían sido asesinados este año, incluidos combatientes y civiles de ambos bandos, según funcionarios israelíes y palestinos.
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