Empresas de alquiler de autos, seguros, bancos y aerolíneas han roto alianzas con los fabricantes de armas de EE. UU. ante presión de estudiantes de Parkland.
Bajo la presión popular expresada por los internautas en las redes sociales, las compañías Hertz, Enterprise, Metlife y Chubb y la sociedad de seguridad informática Symantec pusieron fin a sus acuerdos que, en la mayoría de los casos, consistían en dar ventajas a miembros de la Asociación Nacional del Rifle (NRA) que desearan, por ejemplo, alquilar un carro u obtener un seguro específico.
"Las reacciones de los clientes nos han impulsado a revisar nuestras relaciones con la NRA", explicó en su cuenta de Twitter el First National Bank of Omaha, uno de los mayores emisores de tarjetas de crédito de Estados Unidos.
Las compañías aéreas Delta Air Lines y United Airlines anunciaron en Twitter que suprimían las reducciones que tenían acordadas a miembros de la NRA, y pidieron al lobby de las armas, en comunicados separados, que quitara de su página web las informaciones sobre las tarifas preferenciales.
Uno de los mayores bancos de Estados Unidos, Bank of America, anunció por su parte que iba a revisar sus relaciones con los fabricantes de armas.
"Nos sumamos a otros grupos de nuestro sector para ver qué podemos hacer para poner fin a la tragedia de estos tiroteos asesinos", dijo el banco, explicando que iba a "contactar al número limitado de clientes que fabrican fusiles de asalto de uso no militar para ver cómo pueden colaborar en esta responsabilidad compartida".
El viernes el hashtag #BoycottNRA (boicotear a la NRA) fue una de las principales tendencias de la red social Twitter.
"Hay muchas reacciones hostiles" hacia la industria de las armas, explicó Jeff Pistole, un vendedor de armas de Arkansas (sur). "Al principio, la gente (fabricantes) decía: 'con Trump de presidente, no tenemos que preocuparnos'" por un endurecimiento del reglamento de las armas.
Donald Trump recibió 30 millones de dólares en su campaña de la NRA y es un firme defensor del derecho constitucional a portar armas.
Pero según Pistole, la dinámica cambió tras el tiroteo el pasado 14 de febrero en una escuela secundaria de Parkland (Florida) en el que murieron 17 personas, la mayoría adolescentes.
Tradicionalmente, después de un tiroteo la venta de armas se incrementa en Estados Unidos por temor de los adeptos de una restricción de la reglamentación, pero la demanda cae enseguida porque las condenas políticas no van seguidas de medidas concretas, explica el vendedor.
Sin embargo, en esta ocasión algunos alumnos que sobrevivieron a la masacre se convirtieron, en muy pocos días, en figuras de un movimiento nacional espontáneo que pide a los legisladores el endurecimiento de las leyes sobre las armas personales.
Bajo esta presión, Trump pidió al departamento estadounidense de Justicia que mejore las verificaciones de los antecedentes psiquiátricos y judiciales de los compradores de armas de fuego, y se declaró a favor de un aumento de la edad legal para comprar algunas armas a 21 años (el atacante de Florida tiene 19).
Policía asignado a escuela de Florida no intentó detener la masacre...
Un sector en dificultades
En consecuencia, las acciones de los fabricantes de armas sufrieron en Wall Street: los títulos de la sociedad Sturm Ruger cayeron un 4% de su valor en Bolsa desde el 14 de febrero, las de American Outdoor Brands, anteriormente conocida como Smith & Wesson, perdieron un 5,8%, y las de Vista Outdoor Inc un 6,1%.
"En un momento en el que Washington muestra poco interés por restringir la venta de fusiles de asalto hay una oportunidad real para los medios de negocios de ocupar ese vacío y de demostrar que los discursos sobre la responsabilidad moral no están huecos", estima Andrew Ross Sorkin, periodista y cronista del New York Times.
El fondo de inversión estadounidense BlackRock, uno de los grandes accionistas de los tres fabricantes de armas American Outdoor Brands, Sturm Ruger y Vista Outdoor, anunció que iba a debatir con los tres fabricantes el tiroteo de Florida.
Estas presiones llegan en un mal momento para el sector, que atraviesa un periodo difícil, marcado por supresiones de empleos y la reducción de la actividad en las fábricas.
Agobiada por una deuda colosal, la empresa fabricante de armas Remington Outdoor, una sociedad fundada hace más de 200 años, tiene previsto presentar su balance los próximos días.
Sturm Ruger, por su parte, suprimió en 2017 cerca de 700 puestos de trabajo, -el 28% de sus efectivos-, su volumen de negocios cayó un 22% y sus beneficios un 40%, a causa de la baja de los precios de las armas.
La industria sufrió además el almacenamiento de enormes stocks antes de noviembre de 2016 por temor a una victoria de Hillary Clinton, favorable a leyes más restrictivas sobre las armas, según los expertos.
"Los competidores han tratado de adaptarse a la caída de la demanda" bajando los precios, concluye Christopher Metz, nuevo presidente de Vista Outdoor.
Donald Trump propone armar a los profesores para evitar matanzas |...
Updated: febrero 26, 2018 04:07 p. m.