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Así fue el cónclave más largo de la historia: duró más de dos años y tres cardenales fallecieron

Francisco y Benedicto XVI fueron elegidos al segundo día de sus respectivos cónclaves, un proceso rápido que no siempre fue así. Le contamos la historia del cónclave más largo de la historia.

Así fue el cónclave más largo de la historia: tres cardenales fallecieron
Los cardenales fueron encerrados para que eligieran al nuevo papa.
AFP/Biblioteca Vaticana

Con la muerte del papa Francisco (1936-2025) y después de las ceremonias fúnebres en su honor, el Vaticano se prepara para la realización del cónclave, la asamblea de los cardenales de la Iglesia católica en la que eligen al próximo pontífice. Está previsto que el próximo 7 de mayo al menos 133 cardenales participen del evento secreto. La cita es convocada por la muerte o renuncia del papa, como fue el caso de Benedicto XVI.

Para que un cardenal sea elegido papa debe ser menor de 80 años y contar con dos tercios de la votación. En marzo de 2013, el papa Francisco fue elegido pontífice en la quinta votación al segundo día del cónclave. Mientras que Benedicto XVI obtuvo los votos necesarios en la cuarta votación, también al segundo día. Los predecesores de estos papas, Juan Pablo II y Juan Pablo I, fueron elegidos en la octava votación, al tercer día, y en la cuarta votación, al segundo día, respectivamente. Aunque estos pontífices recientes fueron elegidos en poco tiempo, no siempre ha sido el caso.

Dos años y nueves meses para elegir a un nuevo papa

En el siglo XIII, cuando los cardenales se reunían para el cónclave en el Palacio Papal de Viterbo, en lugar de la Capilla Sixtina del Palacio Apostólico como se hace en la actualidad, hubo una asamblea de cardenales que tardo casi tres años en elegir a su pontífice y se convirtió en el cónclave más largo de la historia.

El 29 de noviembre de 1268 el papa Clemente IV falleció. Los cardenales se reunieron en Viterbo para el elegir a su sucesor, una tarea que desde el inicio se sabía que iba a ser compleja, ya que las facciones mayoritarias de la época se vetaban mutuamente, de acuerdo con un artículo de National Geographic. “Además, había un número muy reducido de cardenales con derecho a voto (20), lo que significaba que el nuevo papa debía conseguir al menos 14 votos favorables", explican en el texto.

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En los cónclaves de la era actual se vota por regla varias veces en el día, pero en ese momento no existían muchas de las reglas que rigen al proceso ahora. Los cardenales votaban cada día, pero "más adelante empezaron a hacerlo una o dos veces por semana (...) Después podían pasar varias semanas sin una votación”.

Cónclave donde fue elegido el papa Francisco en 2013
Esta imagen muestra a los cardenales haciendo fila en la Capilla Sixtina para jurar sobre la Biblia que jamás revelarían los secretos de sus deliberaciones antes del inicio del cónclave en el Vaticano -
Oficina de Prensa del Vaticano - AFP

Cada facción de cardenales intentaba atraer a los demás con "promesas más políticas que espirituales”. Los años 1269 y 1270 pasaron sin novedades, los cardenales seguían reunidos en el Palacio Papal de Viterbo debatiendo a quién elegir, pero sin un contendiente claro que lograra los votos requeridos.

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En 1271, las autoridades y habitantes de Viterbo "se hartaron y tomaron medidas drásticas para acelerar la decisión”. Los cardenales recibían las comidas y cuidados pagados con dinero público. “Aunque el Palacio Papal de Viterbo era más modesto que el Vaticano, los cardenales estaban bien alojados y alimentados a expensas de las arcas de la ciudad, que se vaciaban al tener que mantener a los eclesiásticos y a su séquito, obligando a aumentar los impuestos sobre los ciudadanos y el comercio”.

El podestà de Viterbo (la máxima autoridad local) redujo las raciones de comida y agua que se les daban a los cardenales. Les dieron "lo justo para enviar un mensaje a los eclesiásticos”. El cónclave continuó, pero al darse cuenta de que no llegaban a ninguna resolución pasaron a estrategias más extremas.

Se ordenó “quitar partes del techo del Palacio Papal, en concreto, de los dormitorios y de la sala donde deliberaban (...) Cuando terminó el verano de 1270 y comenzaron las lluvias otoñales y el frío invierno en la región, tres cardenales murieron debido a las precarias condiciones, el racionamiento y la vejez”, se lee en el texto.

Los cardenales establecieron un comité de seis cardenales, en los que cada uno representaba las diferentes facciones de manera equitativa. De esa manera se decidieron por Teobaldo Visconti, "un hombre que no pertenecía al colegio cardenalicio y que ni siquiera se encontraba en Italia en ese momento, sino en una cruzada en Tierra Santa (...) Era ajeno a la curia, sin fuertes implicaciones políticas y totalmente ajeno a los intereses de la geopolítica europea que habían marcado el rumbo del cónclave”. Esas características lo convertían en un candidato moderado para todas las facciones.

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Visconti fue ratificado por el colegio cardenalicio el 1 de septiembre de 1271, después de dos años y casi nueve meses después de la muerte de Clemente IV. El nuevo papa escogió el nombre Gregorio X y fue coronado en la Basílica de San Pedro. Fue conocido por reformar la asamblea de cardenales que elegía al papa y por trasladar la curia nuevamente a Roma.

En la actualidad, durante el cónclave, los cardenales residen en la Casa de Santa Marta y caminan todos los días por la Via delle Fondamenta hasta la Capilla Sixtina, donde se realiza la asamblea. En la primera tarde de esta reunión secreta solo pueden votar una vez, después cada día podrían votar hasta cuatro veces. Si el cónclave completa su tercer día sin llegar a una decisión, los cardenales pueden hacer una pausa para un día de oración. Si tras 33 rondas no se ha alcanzado una decisión, se decide entre los dos candidatos más votados que aún necesitan dos tercios de los votos para ser elegido papa.