El presidente de El Salvador, Nayib Bukele , ofreció recluir en la megacárcel de su país, el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), a peligrosos "criminales" estadounidenses y extranjeros enviados desde Estados Unidos, según anunció este lunes el secretario de Estado, Marco Rubio.
Bukele decidió "aceptar para deportación de cualquier extranjero ilegal en Estados Unidos que sea un criminal de cualquier nacionalidad", como los de la pandilla MS-13 (de El Salvador, Honduras y Guatemala) y el Tren de Aragua de Venezuela, afirmó Rubio.
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"Ha ofrecido alojar en sus cárceles a peligrosos criminales estadounidenses detenidos en nuestro país, incluidos aquellos con ciudadanía estadounidense y residencia legal (...) Ningún país ha hecho nunca una oferta de amistad como esta", agregó en declaraciones a la prensa, tras reunirse con Bukele.
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Rubio acogió con satisfacción la propuesta y dijo estar "profundamente" agradecido con Bukele, cuya guerra contra las pandillas disparó su popularidad en El Salvador y en otros países, incluso en Estados Unidos entre simpatizantes del presidente Donald Trump.
La megacárcel de Bukele
Bukele goza de gran popularidad por su ofensiva contra las pandillas, basada en un régimen de excepción que, desde 2022, ha dejado a unos 83.000 detenidos, sin orden judicial, muchos de ellos inocentes, por lo que es criticada por grupos de derechos humanos.
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Emblema de esa guerra antipandillas, el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), considerada la cárcel más grande de América Latina, fue inaugurado por Bukele hace dos años en las afueras de Tecoluca, 75 km al sureste de San Salvador.
"Estamos dispuestos a acoger únicamente a delincuentes convictos (incluidos ciudadanos estadounidenses) en nuestra megaprisión (Cecot) a cambio de una cuota", anunció Bukele en la red social X.
"La tarifa sería relativamente baja para Estados Unidos pero significativa para nosotros, lo que haría sostenible todo nuestro sistema penitenciario", escribió en inglés.
La prisión, rodeada de enormes muros de concreto, está diseñada para 40.000 detenidos, pero actualmente hay unos 15.000 de las pandillas MS-13 y Barrio 18, que por décadas aterrorizaron a la población salvadoreña.
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Con gafas de sol, zapatillas deportivas y el botón de la camisa desabrochado, Bukele recibió a Rubio en su residencia junto al lago Coatepeque, en el oeste de El Salvador.
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Ante la cercanía de simpatizantes que estaban en un bote, el presidente salvadoreño saludó con la mano y le dijo a Rubio con una sonrisa, cambiando por un momento al inglés: "¡Aprobación del 90%!".
Fue en esa reunión que Bukele dijo a periodistas que estaba cerca de un acuerdo con Estados Unidos sobre migración que iría más allá de uno firmado en 2019, en el que El Salvador aceptó migrantes de terceros países.
EE. UU. plantea llevar a migrantes irregulares a Guantánamo
Desde su vuelta a la Casa Blanca, el pasado 20 de enero, Trump emprendió la deportación masiva de migrantes, ha tratado de acabar con el derecho a la ciudadanía por nacimiento y anunció planes para recluir a 30.000 inmigrantes en la base estadounidense de Guantánamo (Cuba).
Algunos de estos migrantes "son tan malos que ni siquiera confiamos en que los países los retengan, porque no queremos que regresen, así que los vamos a enviar a Guantánamo", dijo Trump, y añadió que la medida “duplicaría nuestra capacidad de inmediato” para retener a los migrantes considerados “delincuentes de alta prioridad”.
Cabe resaltar que este lugar, que solía ser una Base Naval poco activa, se ha convertido en la base militar más grande de los Estados Unidos fuera de su territorio y es mundialmente famosa por ser la prisión donde la tortura fue utilizada como estrategia de guerra.
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Está ubicada en el sureste de Cuba, sobre un terreno de 117 km2, y es símbolo controvertido debido a su uso para la detención de sospechosos de terrorismo y las miles de denuncias de violaciones a los derechos humanos que se han hecho a lo largo de los años.
En todo el perímetro carcelario hay 2.000 militares, lo que equivale a 27 por prisionero. En esta cárcel de alta seguridad se han albergado hasta 800 hombres que Estados Unidos llama "combatientes enemigos ilegales" y no prisioneros de guerra, debido a que no están protegidos por las convenciones internacionales y pueden ser retenidos indefinidamente sin juicio y sin derecho a representación legal.
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