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Una mujer de 50 años se encuentra en medio de acusaciones graves por haber simulado 5 embarazos y 12 abortos durante un período de 5 años. La presunta estafa apunta directamente al Instituto Nacional de Seguridad Social de Italia y asciende a 111.000 euros.
Los hechos se complican aún más al descubrir que los documentos que respaldaban estos eventos eran falsos, incluyendo certificados de embarazos de alto riesgo. La mujer, empleada de una cadena de comida rápida, se las arregló para adulterar también los códigos fiscales de los supuestos hijos, mismos que no dejaron rastro alguno en los hospitales donde ella afirmó haber dado a luz.
La estafa no solo involucra a la mujer, sino también a su esposo, considerado cómplice en este teatro de engaños. Ambos han sido condenados a prisión. Así la situación, el Instituto Nacional de Seguridad Social de Italia está buscando la manera de recuperar todo lo que pagó por los embarazos falsos.
¿Una práctica común?
Este tipo de fraude, mediante la simulación de bajas por circunstancias médicas, no es un caso aislado: a nivel mundial se estima que varias personas participan en prácticas similares que son investigadas.
Dicho comportamiento, además de perjudicar al Estado, pone en duda la confianza en los sistemas de seguridad social y crea demoras para aquellos que realmente necesitan asistencia.
Los métodos utilizados para llevar a cabo estas estafas van desde presentar documentos médicos falsos hasta manipular informes de salud, contribuyendo a un problema más amplio en la integridad de los sistemas de bienestar social.
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