La princesa de Dubái Sheikha Latifa vuelve a ser noticia tras su fallido intento de fuga, en 2018, a bordo de un barco. Sus amigos recibieron unos videos grabados en secreto en los que asegura que es rehén de su familia y que teme por su vida. Por eso, pidieron a Naciones Unidas que intervenga.
“Estoy grabando este video desde un baño porque es la única habitación con una puerta que puedo bloquear”, dice la joven al principio de su alocución.
Bastan las primeras palabras para plantear una situación desesperada.
“Realmente estoy llegando a un punto en el que me estoy cansando de todo, es como un circo. No quiero ser una rehén en esta casa-prisión, quiero ser libre. No sé qué planean hacer conmigo, realmente no lo sé. La situación es más desesperada cada día y yo estoy realmente cansada de esto”, denuncia la princesa de Dubái.
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Los amigos que recibieron las angustiosas imágenes temen por su vida.
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“Creo que Latifa ha querido ser libre toda su vida y no estará satisfecha hasta que le permitan viajar al país que elija y consiga la libertad que ha deseado”, sostiene Tiina Jauhiainen, amiga de la joven.
Tiina acompañó a la princesa en 2018 cuando tomó el mayor riesgo de su vida: intentó huir del país y de su familia. Sin embargo, la fuga resultó fallida, agentes del emirato la alcanzaron.
Ella cree que le inyectaron tranquilizantes para llevarla de vuelta a casa, o como asegura, a la lujosa jaula con rejas en todas las ventanas.
El gobierno sostiene que la joven está bajo el cuidado de su familia, mientras que sus cercanos aclaran que Latifa solo quiere una vida normal, pero libre. Al parecer, para la rígida monarquía emiratí eso no es posible.
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Con el edificio más alto del mundo y su alucinante crecimiento, Dubái es hace años un motivo de admiración para el mundo. Pero el misterio que ronda el caso de la princesa es una sombra.
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