En 2019, Scarlett Alrich era una guardia del centro penitenciario HM Prison Full Sutton, una cárcel para hombres ubicada enInglaterra.
Esta mujer empezó a crear sospechas entre sus compañeros de trabajo y otros prisioneros de la cárcel después de pasar más tiempo de lo normal con un recluso, condenado por robo a mano armada.
Cuando intentaban confirmar sus sospechas, los otros guardias de la prisión descubrieron que esta joven, de 20 años en ese entonces, mantenía una relación sentimental con ese prisionero.
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La investigación también dictaminó que Scarlett le dio un celular y una tarjeta SIM al recluso para poder comunicarse con él cuando ella no estuviera en servicio.
Pero lo que realmente la dejó al descubierto fue un examen médico de rutina, cuando el personal de salud de la prisión halló un tatuaje, en su muslo izquierdo, con el número telefónico del interno.
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Además, le detectaron varias cartas en la celda del prisionero, las cuales fueron redactadas por la joven durante su época como guardia.
De acuerdo con el medio The Sun, esta relación comenzó después de que el recluso la consoló tras una agresión física que sufrió la joven por parte de su pareja de ese entonces. Desde aquel momento, tuvieron un contacto inusual.
Hace unos días, Scarlett fue sentenciada a 10 meses de prisión por los cargos de mala conducta en cargo público y contrabando; ella los aceptó
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