Hay alerta en la Antártida, pues, por tercer año consecutivo, el hielo del continente blanco registra niveles mínimos históricos. Especialistas aseguran que el deshielo podría traer consecuencias graves a diferentes especies y procesos naturales.
Según el Centro Nacional de Datos de Hielo y Nieve de Estados Unidos, la extensión de hielo que rodea a la Antártida ha disminuido en total dos millones de kilómetros cuadrados, casi el tamaño de México.
En otras palabras, lo esperado sería que la extensión de hielo marino fuera de aproximadamente 16,4 millones de kilómetros cuadrados en esta fecha. Sin embargo, actualmente solo hay 14,1 millones de kilómetros cuadrados.
Expertos afirman que el mes de febrero de cada año es el lapso en el que el hielo marino de la Antártida alcanza su nivel más bajo. Para varios científicos, esta situación puede generar grandes cambios ecosistémicos.
“Principalmente por las consecuencias que esto pueda traer a las masas de agua. Cambios en la salinidad y densidad pueden afectar procesos fundamentales como la cadena trófica, la cadena alimenticia de los seres vivos que habitan en estos ecosistemas. También puede llegar a afectar regiones alejadas como las ecuatoriales, donde se ubica Colombia. El panorama no es alentador”, manifestó David Tovar, investigador asociado del Programa Antártico Colombiano.
Según Tovar, el hielo marino ártico influye en la circulación del oxígeno y nutrientes de todo el mundo. También, afirma que la disminución de hielo provoca una menor reflexión de la energía solar al espacio, lo que conduce a un aumento en el calentamiento del océano.
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