En medio del drama y del dolor de la guerra que se libra en Ucrania, también hay historias de esperanza y de anhelos. Es el caso de Leonid Stanislavski, es el tenista más longevo del mundo. Volver a las canchas de tenis es el sueño que lo mantiene vivo en su casa en Kiev.
El mundo conoció a Stanislavski cuando se convirtió en el jugador masculino de tenis más longevo del mundo. A sus 97 años la guerra lo sorprendió en su amada Ucrania.
"Espero vivir para llegar a los 100. Tengo que sobrevivir a esta situación aterradora", dice Stanislavski.
Ese es el deseo por el que se mantiene en su casa en Kiev, la capital ucraniana. Se niega a salir de allí a pesar de las peticiones de su familia. “Mi hija Tanya está en Polonia. Ella quiere llevarme allí”, dice.
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Asegura que la nevera aún está llena y que aún duerme bien, eso sí por cuenta de un problema de audición. Pero sus ojos están intactos, y por ellos atestigua de primera mano la realidad.
“Anoche hubo bombardeos. Por la mañana volvieron a sonar las sirenas antiaéreas”, explica Leonid. Ataques que no imaginó cuando 4 meses atrás hizo realidad el sueño de cualquier tenista: jugar cara a cara con el español Rafael Nadal.
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"Fue extraordinario conocerlo. Nadie podría haber imaginado que tan pronto después habría una guerra”, relata.
Desde el inicio de la invasión está en su casa, anhelando que terminen los enfrentamientos. Esos que pensó que jamás vería tras sobrevivir la Segunda Guerra Mundial.
“Las madres están perdiendo a sus hijos, las esposas están perdiendo a sus hijos y a sus maridos. ¿Qué es esto? ¿De qué sirve? En el siglo XXI no puede haber guerra”, comenta con tristeza.
Con una lucidez maravillosa, dice que jugar al tenis es lo que mantiene vivo en medio de la guerra.