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La situación es desgarradora, con unos 17.000 niños separados de sus padres debido al constante desplazamiento forzoso y la violencia continuada. Desde el inicio del conflicto en octubre, el Ministerio de Sanidad de Gaza, bajo el control de Hamás, reporta que más de 15.800 niños han perdido la vida, incluyendo una treintena que han muerto de hambre y 3.500 que enfrentan un riesgo inminente de desnutrición.
En total, más de 37.600 personas han fallecido en Gaza, donde el 70% de las víctimas son mujeres y niños, según las autoridades sanitarias locales.
Save the Children ha destacado que más de 14.000 niños han perdido la vida desde el inicio del conflicto, mientras que otros 4.000 están reportados como desaparecidos bajo los escombros y un número desconocido estaría en fosas comunes no identificadas.
Jeremy Stoner, director de Save the Children en Oriente Medio, ha condenado la situación como una tragedia humanitaria sin precedentes. Ha instado a una investigación independiente para esclarecer el destino de los niños desaparecidos y ha exigido que los responsables sean llevados ante la justicia.
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La organización también ha recordado que en Cisjordania, unos 250 niños palestinos también están desaparecidos, muchos de ellos en detención ilegal.
Ante esta crisis humanitaria, Save the Children ha solicitado medidas urgentes para proteger a los niños en zonas de conflicto y asegurar que reciban la asistencia necesaria.
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En una entrevista, Netanyahu subrayó que aunque la fase intensa en Rafah está terminando, el objetivo de Israel de erradicar el control de Hamás sobre Gaza continúa siendo primordial.
Los bombardeos alcanzaron varias localidades, incluyendo el campo de refugiados de Nuseirat y el barrio Zeitun en Ciudad de Gaza, según testigos presenciales.
Netanyahu también confirmó ante el Parlamento su compromiso con la propuesta israelí respaldada por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, para un cese al fuego. Sin embargo, enfatizó que la guerra no concluirá hasta que Hamás sea eliminado por completo.
El conflicto se desató luego de incursiones de comandos de Hamás en el sur de Israel, que resultaron en muertes y secuestros. Desde entonces, la respuesta israelí ha sido una campaña militar que ha cobrado miles de vidas, principalmente civiles, y ha dejado una gran cantidad de personas como rehenes.
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Las tensiones han llevado a protestas masivas en Israel, con demandas de elecciones anticipadas y la liberación de los rehenes por parte de grupos como el Foro de las Familias de Rehenes, que ha criticado duramente la estrategia de Netanyahu.
Mientras tanto, el ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, se encuentra en Washington para discutir la situación en Gaza y Líbano con funcionarios estadounidenses, en un intento de gestionar las tensiones tras las acusaciones de Netanyahu sobre retrasos en la ayuda militar por parte de EE.UU.
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La situación humanitaria en Gaza se ha deteriorado gravemente con el asedio impuesto por Israel, según informes de la ONU, que advierten sobre el riesgo de hambruna y la dificultad para entregar ayuda humanitaria debido al colapso del orden civil en la región.
El conflicto en curso entre Israel y Hamás sigue siendo una preocupación internacional, con llamados constantes a un cese al fuego duradero y negociaciones para resolver la crisis de manera pacífica.
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