Al menos 17 personas murieron este martes en Kenia en las graves protestas contra un nuevo proyecto de ley que contempla subidas fiscales, tras una jornada de movilizaciones sin precedentes en la historia reciente del país que desembocó en el asalto al Parlamento, confirmó a EFE un plataforma integrada por una veintena de ONG.
¿Qué dice el presidente?
El presidente William Ruto respondió ordenando un aumento en las medidas de seguridad para enfrentar lo que describió como "criminales peligrosos" que se infiltraron en las protestas. Las manifestaciones, que comenzaron pacíficamente contra el proyecto de ley de finanzas de 2024, escalonaron hasta convertirse en enfrentamientos mortales en varios puntos del país, incluyendo Nairobi.
El presidente calificó el asalto al parlamento como una amenaza a la seguridad nacional y le aseguró a la población que los disturbios que se presentaron, no volverán a ocurrir.
La violencia alcanzó su punto máximo cuando los manifestantes irrumpieron en el Parlamento incendiando partes del edificio mientras exigían la retirada del proyecto. La Policía respondió con gases lacrimógenos y, finalmente, con munición real para contener el asalto.
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"Hoy Kenia experimentó un ataque sin precedentes a su democracia, el Estado de derecho y la integridad de sus instituciones constitucionales", declaró el presidente Ruto en un mensaje televisado al país desde la State House en Nairobi.
¿Qué buscaba el proyecto de ley?
El proyecto de ley, que busca aumentar la recaudación fiscal para reducir el déficit presupuestario, ha sido criticado por los manifestantes y líderes de la oposición como una carga adicional para la población ya empobrecida. A pesar de las promesas del Gobierno de enmendar el texto, las protestas han continuado ganando fuerza.
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El proyecto de ley pretende recaudar 2.700 millones de dólares adicionales como parte de un esfuerzo por aligerar la pesada carga de la deuda.
Las embajadas de trece países occidentales expresaron su consternación por la violencia y recordaron al Gobierno de Kenia su obligación de respetar el derecho a la protesta pacífica, al tiempo que instaron a todas las partes a buscar el diálogo como única vía para resolver la crisis.
Además de los 17 muertos confirmados, cientos de personas resultaron heridas o fueron detenidas durante los enfrentamientos que han sacudido al país desde la semana pasada. El corte parcial de internet desde la tarde de hoy ha añadido un elemento de incertidumbre y tensión a la situación ya volátil en Kenia.
Las protestas, organizadas en gran medida a través de redes sociales, han destacado la creciente influencia de la juventud keniana en la política nacional, marcando un cambio significativo respecto a las manifestaciones históricas lideradas por figuras políticas tradicionales.
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El futuro inmediato de Kenia permanece incierto mientras el Gobierno y los manifestantes mantienen posiciones encontradas sobre el proyecto de ley que ha desatado una de las crisis más graves en la historia reciente del país.