El hijo de Serene Taylor denunció el trato inhumano al que fue sometido su madre, una adulta mayor de 88 años, luego de ser dada de alta en un hospital del norte de Gales, en Reino Unido, porque “no había nada que hacer” por ella.
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De acuerdo con su relato, Serene Taylor sufrió un derrame cerebral hace cuatro semanas, por lo que tuvo que ser ingresada al centro asistencial y allí, luego de suspenderle los alimentos y los líquidos, fue dada de alta y trasladada a un hogar geriátrico. Allí, 28 días después de no recibir ningún alimento por parte de sus cuidadores, murió.
Según Rob Taylor, hijo de la mujer, los médicos la pusieron en cuidados terminales y le pidieron que se la llevara a la casa cuando ya no había nada que hacer, por lo que decidió llevarla de nuevo a la residencia para ancianos. En aquel lugar permaneció días sin comer ni beber nada ni siquiera por goteo intravenoso: “Es inhumano y absolutamente desgarrador para la familia”.
Por medio de un video, Taylor describió la situación en la que se encontraba con su madre: "Que a una dama tan valiosa se le haya permitido yacer en una cama en un hogar de ancianos -para ser justos, una enfermera del distrito la ve una vez al día y hacen un trabajo sobresaliente, no es nada contra ellos o el hogar de ancianos -, pero ¿es ético que se la deje morir lentamente de deshidratación y desnutrición delante de nuestros propios ojos?”.
En el programa de atención para pacientes en estado terminal Liverpool Care Pathway (LCP), se establecían una serie de pautas en las que se les podía retirar el tratamiento a internos desahuciados, incluyendo su alimentación. Sin embargo, fue prohibido en 2014 después de que se comprobara que personas que fueron puestos en él pudieron haber sobrevivido de otro modo. Pese a su eliminación, el LCP todavía se sigue implementando de manera ilegal.
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En contraparte, el Consejo de Resucitación de Reino Unido desarrolló un ‘Plan Resumido Recomendado para Atención y Tratamiento de Emergencia’ (ReSPECT) para intentar garantizar que los pacientes reciban la correcta atención que necesitan, sin ser sometidos a tratamientos que no desean.