Lo que comenzó como un acto heroico para defender a su madre, se convirtió rápidamente en tragedia luego de que un adolescente de 15 años fuera asesinado mientras intentaba evitar que su progenitora siguiera siendo apuñalada por un hombre, que sería su expareja sentimental.
De acuerdo con el reporte de las autoridades, Katarzyna Bastek estaba en una videollamada por FaceTime con un amigo cuando escuchó un ruido detrás de ella que la puso en alerta. Cuando la mujer fue a investigar de qué se trataba, vio a Suleman Altaf, con quien había tenido una relación hace más de siete años, cubierto con una máscara quirúrgica.
Sin mediar palabras, el hombre comenzó a apuñalarla con un cuchillo grande al interior de su casa, ubicada en la localidad de Miles Platting, en Manchester, Inglaterra. Desesperada, la madre comenzó a pedir ayuda a través de gritos, pidiéndole a su amigo al otro lado de la línea que se comunicara con la policía.
En ese momento, el hijo de Batek, Jakub Szymanski, de 15 años, corrió hacia el sujeto para quitarle el cuchillo, pero recibió un puñetazo en la cara. Después de forcejear un rato, el adolescente y el criminal cayeron al suelo, donde finalmente Szymanski perdió la vida.
Altaf huyó de la escena y en un intento por evadir la justicia tomó un bote para cruzar el Canal de la Mancha, pero fue detenido por las autoridades. Ahora, el hombre ha sido declarado culpable, por lo que deberá permanecer encarcelado de por vida, cumpliendo una sentencia de al menos 30 años en prisión.
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Por su parte, la madre fue trasladada a un centro asistencial donde recibió tratamiento médico en las múltiples heridas que tenía en la cara y el pecho. Producto del ataque, a la mujer se le colapsó un pulmón, pero logró sobrevivir.
Según informaron los medios locales, la Bastek y Altaf se conocieron en 2012 a través de redes sociales cuando la mujer, madre de cuatro hijos, vivía en Polonia. Determinada por establecer una relación con este hombre, Bastek se mudó hacia Reino Unido y poco después de vivir con Altaf tuvieron un hijo.
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Sin embargo, el hombre comenzó a comportarse de manera tóxica y agresiva, por lo que en 2015 tomaron la decisión de separarse y la custodia del niño quedó en manos de la madre. “Altaf no tenía motivos para venir a la casa. Todo lo que tenemos ahora son recuerdos.”, dijo Bastek en una declaración ante la corte.
“Perder un hijo es difícil de soportar para cualquier madre. Siento culpa por haber sobrevivido y haberlo perdido a él. Kuba tenía una sonrisa especial y una cara especial. Ese día fue nuestro héroe especial. Kuba, no podemos reemplazarte y nunca lo haremos. Mi única pregunta es: ¿Valió la pena?”, puntualizó la mujer.
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