Alexis Morris, una adolescente de 16 años con dislexia, se tatuó
en sus manos las iniciales R y L (por las palabras derecha e izquierda en inglés) para poder obtener su licencia de conducción. La historia se viralizó cuando su madre, Amanda, compartió en redes que el artista que había realizado el tatuaje decidió regalárselo como una manera de mejorar su calidad de vida.
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Amanda, de 36 años, y madre de otros 4 hijos, comentó a SWNS que su hija siempre tuvo dificultades para identificar la derecha y la izquierda debido a un trastorno del aprendizaje llamado dislexia, que consiste en una dificultad en la lectura al momento de identificar los sonidos del habla y aprender a relacionarlos con las letras y las palabras.
Recuerda que un día Alexis regresó de la escuela con 'L' y 'R' escritas en sus manos, argumentando que cuando tuviera la edad suficiente lo tatuaría. Cuando comenzó su proceso para aprender a conducir “le resultaba imposible completar las clases de instrucción”, debido a que no reconocía con rapidez la derecha y la izquierda.
A partir de ello, y recordando las marcas con lapicero que se hizo Alexis alguna vez, se le ocurrió la idea de regalarle a su hija los tatuajes, pero al comenzar a buscar los estudios le cotizaron el trabajo de dos letras en un valor de entre $100 y $150 (entre 450.000 y 900.000 pesos colombianos), una cantidad que no podía pagar.
Sin embargo, después de una búsqueda en Facebook, encontró el salón Ambitious Ink, en Frankfort, Kentucky, y al pedir la cotización y contarle lo que querían cobrarle en otros estudios, el propietario, Scotty Jr. Thompson decidió regalarle el trabajo.
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Thompson, quien ha sido artista del tatuaje por más de una década, aseguró que lo que más le sorprendió fue la cantidad de dinero que querían cobrarle en otros lugares, ya que “fue un tatuaje que, literalmente, me tomó más tiempo configurar mi equipo para hacerlo que hacerlo”.
Aunque no sabía mucho sobre la dislexia antes, el artista se sintió impulsado a ayudarlas porque sentía que los demás intentaban aprovecharse de la situación de Amanda y su hija.
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“La llevé el día de Pascua y cumplió su palabra. Fue increíble e hizo un trabajo increíble. Mi hija estaba nerviosa y él habló con ella y la tranquilizó, y mientras lo hacía no paraba de preguntarle si estaba bien y si le gustaba”, escribió en una reseña de Facebook la mujer.
Amanda ha asegurado que tener las marcas en las manos le ha ayudado mucho con sus tareas diarias, además de que ha sido un potencializador de su confianza.
"Le he dado a la gente tatuajes gratis antes, cubriendo cicatrices de autolesiones y tatuajes viejos y malos que tenían hace 20 o 30 años”, explicó Scotty, quien nunca pensó que la historia fuera a viralizarse de tal manera, más por una acción que cree que Dios le recompensaría luego.
Para Morris, que la historia se hiciera viral es muy positivo “porque Alexis ha luchado durante muchos años con la dislexia y las escuelas aquí en Kentucky no lo reconocen como una discapacidad de aprendizaje, por lo que nunca recibió ninguna ayuda adicional en la escuela”.
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“Mi esperanza es que más gente va a hablar de su lucha con la dislexia y tal vez el estado entonces lo reconocerá como una discapacidad de aprendizaje y los niños no tendrán que luchar como Lexi”, comentó la madre.
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