Una joven australiana
casi pierde la vida en un aparatoso accidente de trabajo donde una máquina clasificadora de frutas le arrancó el cuero cabelludo de la parte superior de su cabeza. La empresa debió pagar una importante suma para compensar los daños causados.
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El caso, que según Mirror, sucedió en noviembre de 2020, cuando a Alexandra Trandafil consiguió su primer trabajo laborando en la zona de empaques de la planta de procesamiento Nippy's Waikerie, una reconocida empresa de alimentos australiana.
Su turno del 12 de noviembre corría normal, hasta que se le pidió limpiar un bloqueo de naranjas que estaban obstruyendo la cinta transportadora, algo que ella y otros empleados ya habían realizado con anterioridad.
En medio de esta tarea, su pelo quedó atrapado en la máquina, arrancándole el cuero cabelludo de la parte superior de la cabeza. A pesar de haber sido trasladada a un servicio de urgencias, debió ser sometida, con el paso de estos años, a múltiples procedimientos. Sin embargo, solo han logrado unir el cuero cabelludo a su cabeza exitosamente en algunas partes.
“Soportó no solo el dolor y la conmoción de su lesión física, sino también el terror de mirar hacia arriba y ver su cabello y cuero cabelludo colgando de la máquina frente a ella", comentó Katherine Eaton, vicepresidenta del Tribunal Laboral donde se llevó el caso contra la empresa.
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La joven, quien inicialmente tomó el trabajo para pagar un viaje fuera del país, afirmó que ni ella ni sus compañeros recibieron la capacitación adecuada de las máquinas.
“En un instante, su joven y esperanzada vida se transformó en conmoción, trauma, dolor continuo y desfiguración”, comentó la vicepresidenta, resaltando que, aunque no había intención por parte del empleador en lastimarla, en realidad, estos posibles sucesos peligrosos para el trabajador ya habían sido informados a la empresa.
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Aunque inicialmente les ofrecieron 60.000 dólares para indemnizarla por el accidente, en el tribunal se le ordenó a la empresa pagar 120.000 dólares más los costos judiciales del proceso.
“No hace falta decir que los empleadores deben tener especial cuidado en capacitar a sus empleados jóvenes sobre los riesgos particulares que deben tener en cuenta en su lugar de trabajo”, dijo Eaton, reforzando a las empresas el mensaje de que deben tener practicas saludables, seguras y capacitaciones efectivas.