¿Acoso sexual? La polémica detrás del beso del dalái lama a un niño

En los últimos días se dio a conocer por medio de redes sociales un video que ha indignado a la comunidad internacional, donde se ve cómo el dalái lama Tenzin Gyatso besa a un niño en la boca en medio de un rito religioso y luego procede a decirle: “Chúpame la lengua”.

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Si bien el hecho fue registrado el pasado 28 de febrero durante un discurso del dalái lama a más de 120 estudiantes, no fue hasta ahora que se viralizaron las imágenes por medio de internet, generando polémica entre los navegantes debido al acto que realizó el líder espiritual budista con el niño y que, según analistas, podría clasificarse como acoso sexual.

Las imágenes fueron grabadas en una audiencia del dalái lama en McLeod Ganj, un suburbio de Dharamsala, en el norte de India, donde el líder espiritual vive exiliado desde el fracaso del levantamiento tibetano de 1951 contra el poder chino.

En el video, que tiene una duración de 23 segundos, se ve a un menor vestido de saco amarillo acercándose a la tarima donde se encuentra su líder, a quien le pregunta si le puede dar un abrazo. En respuesta, el dalái lama le da un beso en los labios al pequeño, quien intenta marcar un distanciamiento moviendo su cabeza hacia atrás.

Luego, el religioso de 87 años procede a juntar su frente con la del niño y le dice: “Chúpame la lengua”, mientras que los asistentes sueltan carcajadas y aplauden.

De acuerdo con Gloria Omera Tenzin Zumkar, miembro del Centro de Meditación Yamantaka, existe una tradición tibetana en la que cuando se saluda a la gente se saca la lengua y resalta que “el dalái lama siempre ha sido muy afectuoso físicamente con todas las personas de todas las edades y de todas las tradiciones”, por lo que no le parece que exista una mala intención en el trasfondo de su manera de actuar.

“Su santidad siempre ha sido muy jovial, muy cariñoso, con muy buen sentido del humor y lo que mostraba el video es simple y sencillamente cómo él interactuaba de manera juguetona con el niño, y de manera afectuosa. No hay nada más allá de eso”, asegura.

Frente a la situación, el dalái lama presentó una disculpa pública desde su cuenta oficial en redes sociales que dice: “Su santidad desea pedir disculpas al niño y a su familia, así como a sus muchos amigos de todo el mundo por cualquier dolor que sus palabras hayan podido causar. Su santidad suele bromear con la gente que conoce de forma inocente y juguetona, incluso en público y ante las cámaras. Lamenta este incidente”

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Lina Luna, sinóloga internacionalista y docente de la Universidad Externado, el comportamiento del líder supremo “no es justificable ni en tradición ni en cultura”, y señala que hay una gran diferencia entre sacar la lengua para saludar y sacarla para decir “chúpame la lengua”.

Según la experta en el estudio del mundo chino, en la cultura asiática el contacto físico es poco común y en esto se demostraría la incomodidad del niño con el acto. “Esto no se puede justificar en un acto cultural ni una broma religiosa, vimos un caso en que un adulto se sobrepasó con un niño. Esto es acoso sexual”, asevera.

La docente señala que el hecho de que la persona que protagonizó el acto sea una figura tan importante a nivel espiritual para la cultura budista y de gran relevancia para la comunidad internacional, hace que esta situación sea mucho más grave: “lo justifica como un chiste pero se pasó bastante. El budismo habla del respeto a todos, incluyendo a los niños, se debe respetar su cuerpo y su sexualidad. Ser niños no justifica que se les trate diferente”.

Cabe mencionar que el dalái lama es el líder espiritual supremo del Tíbet, una región autónoma dentro de China, y es visto por sus seguidores como la encarnación del Buda de la Compasión, Avalokiteshvara. Su papel principal es liderar y guiar al pueblo tibetano en su camino hacia la iluminación por medio de sus enseñanzas, por lo que muchas personas intentan seguir su ejemplo.

El actual líder religioso Tenzin Gyatso, fue “reconocido como la reencarnación del decimotercer dalái lama” cuando tenía tan solo 2 años de edad. En 1989 ganó el Premio Nobel de la Paz por su defensa de la democracia y el pacifismo para conseguir la liberación del Tíbet.

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