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Carmen Solano es una maestra que acude regularmente a la iglesia La Chiquinquirá, en Caracas , Venezuela , para recibir una bolsa de comida y tomar una sopa. El sueldo que recibe equivale a dos dólares aproximadamente, lo que no le alcanza ni para un kilo de carne.
"A veces no comemos la cena porque la harina se nos acaba, lo que hago es poner la pasta, la mojo y la licuo, al día siguiente, como una panqueca, y eso es lo que comemos”, afirma la docente.
Ileana Santaella, una joven de 28 años y maestra de preescolar, tiene su nevera vacía. Sobrevive dando clases particulares y otros trabajos para poder comprar algo de alimento. Ella mantiene a su familia.
“Yo gano como un dólar, menos de un dólar, es difícil ahorita vivir el día a día… No es el deber ser”, dice.
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Este viernes 15 de enero de 2021, en la conmemoración de su día, los maestros protestaron en la sede del Ministerio de Trabajo para exigir un mejor salario y denunciar las malas condiciones que tienen para poder ejercer su profesión.
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“Los docentes no tenemos para comer ni para vestirnos, somos los que formamos los educadores, los profesionales de este país”, señala la profesora Lourdes Villarreal.
Entretanto, el maestro Eulogio Figuera sostiene que el 70 % de los profesores han abandonado los salones de clase por la falta de ingresos.
“Nos hemos dedicado a vivir haciendo otra cosa. Profesores que hacen tortas, profesores que se dedican a hacer carreritas en sus carros, si los tienen”, afirma.
Docentes pidieron al gobierno del presidente Nicolás Maduro subir el salario a unos 600 dólares para aliviar un poco la hiperinflación que alcanzó más de 3.000 % en 2020.
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