Con los colores del gato se puede identificar si es macho o hembra: ¿mito o realidad?

La identificación del sexo de los gatos a través de sus colores es un tema que ha generado curiosidad y debate entre los amantes de los felinos. ¿Es posible determinar si este animal es macho o hembra solo observando su pelaje o es solo una creencia popular?

Colores y genética

Para entender si los colores pueden indicar el sexo de un gato, es esencial conocer un poco sobre la genética felina. Los colores del pelaje de estos animales están determinados por genes específicos que se encuentran en los cromosomas sexuales.

Los gatos tienen dos cromosomas sexuales: X e Y. Las hembras tienen dos cromosomas X (XX) y los machos tienen un cromosoma X y uno Y (XY).

Colores comunes en gatos machos

Los gatos machos suelen tener pelajes de un solo color, como negro, blanco, gris o naranja. Esto se debe porque ellos tienen un solo cromosoma X, lo que limita la variedad de colores que pueden expresar. Por ejemplo, los felinos naranjas son casi siempre masculinos debido a la forma en que se hereda el gen del color.

Colores comunes en gatos hembras

Las gatas hembras, por otro lado, pueden tener una mayor variedad de colores y patrones debido a que tienen dos cromosomas X. Esto les permite expresar combinaciones como el calicó (tricolor) y el carey (tortoiseshell). Estos patrones son casi exclusivos en las felinas, ya que requieren dos cromosomas X para manifestarse.

Excepciones y consideraciones

Gatos machos tricolores

Aunque es raro, existen gatos machos tricolores. Estos gatos suelen tener una anomalía genética conocida como síndrome de Klinefelter, donde tienen un cromosoma X adicional (XXY). Estos pueden presentar patrones de color típicos de las hembras, pero son infértiles.

Importancia de la confirmación veterinaria

Aunque el color del pelaje puede dar pistas sobre el sexo de un gato, no es un método que sea cien por ciento verídico. La forma más precisa de determinar el sexo de un felino es mediante un examen físico realizado por un veterinario. Este incluye la observación de los genitales y otras características físicas.