Sobrevivir a un accidente de avión es lo mismo que tener una suerte loca, una lotería que muy pocos se ganan. Vivian Pellas y su esposo Carlos sobrevivieron al golpe y la explosión de un avión que volaba con 146 personas a bordo. 135 murieron. Es muy creyente y por lo mismo cree que esa segunda oportunidad que les dio la vida es para aprovecharla. Un testimonio conmovedor de dolor, superación y muchas sonrisas…
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Vivian Pellas quedó rota en mil pedazos, quemada y despedazada por el impacto del avión que se descolgó muy cerca ya de su destino y que quedó esparcido por una montaña en Honduras y reducido a chatarra hirviendo. 135 murieron y un milagro haber sobrevivido para contarlo. Dos vidas que se partieron en dos y la fuerza de una segunda oportunidad.