Las madres subrogadas son una ‘incubadora natural’ para un bebé que no es de ellas ni biológica ni legalmente. Adriana se convirtió en una de ellas para cumplir el sueño de una pareja y el propio también, pues con el dinero que obtendrá pagará un tratamiento de fertilidad. Alquiló su cuerpo durante nueve meses para gestar en su vientre el hijo de otros padres.
Los vientres de alquiler son, en algunos casos, la última oportunidad de parejas que no pueden tener hijos. Aunque en Colombia es legal, aún es un tabú y no está regulado. El doctor Jorge Ramírez defiende esta práctica de los estigmas que hay al respecto.
El proceso de maternidad subrogada, incluidos los costos médicos y jurídicos, puede llegar a los $120 millones.