Más de 20 horas de grabación, convertidas en un documental de 90 minutos, compilan el trabajo del Culebro Casanova en los años dorados de la televisión colombiana.
Hernando no tuve una vida fácil. Se dejó llevar por la fama y los excesos, dejándose arrastrar por el alcohol y las drogas. No le gustaba ir a médicos y cuando lo hacía, era terco y rebelde. Quizá eso le adelantó la muerte. Pero jamás morirá en el corazón y la mente de los colombianos que aún ríen con sus personajes como Eutimio Pastrana Polanía.
“Julio Gerlein ha sido un padre para mí, todo para nosotras”: Aída Victoria Merlano Suso, el paspi y su no tan feliz álter ego Dany Hoyos