No era una pesadilla… mientras caía, Yesid imaginaba que había llegado la hora de su muerte, incluso se alcanzó a despedir. Este hombre sobrevivió a una caída de 12.000 pies, casi 4 kilómetros de altura.
Su paracaídas no le abrió bien y se estrelló de frente contra el suelo.
“Cuando caí recuerdo el sonido muy particular: cómo se escucha un hueso cuando se rompe, un sonido muy fuerte…”, asegura.
Tuvo fracturas en los brazos y la columna, lesiones severas en el cráneo y en la cara.
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“En algún momento pensaba en acabar con mi vida porque el dolor era incontrolable”.
Pero él es un SOBREVIVIENTE, así es mayúsculas, porque aguantó el accidente, el estrés postraumático y la terrible adicción a unas pastillas para el dolor muy fuertes llamadas Oxicodona, un analgésico opioide.
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Su vida se fue a pique varias veces, pero a él le tocaba sobrevivir para contar su impresionante relato.
El cáncer de cuello uterino, una enfermedad cruel y dolorosa que se puede evitar ¿Cómo un militar condecorado pasó de ser un soldado a un pacifista?