Tras el estreno de la miniserie de Netflix ‘Secuestro del vuelo 601’, donde se recrea en seis capítulos el rapto aéreo más largo en la historia de Latinoamérica, muchos se han preguntado si la historia contada en la plataforma de streaming es real o producto de la imaginación de sus libretistas. Aquí le contamos lo que sucedió del 30 de mayo de 1973 al 2 junio de1973.
La historia real que inspiró la miniserie 'Secuestro del vuelo 601'
El 30 de mayo de 1973, el avión HK-1274 de la desaparecida aerolínea colombiana Sociedad Aeronáutica de Medellín, SAM, despegó con 84 personas a bordo cubriendo la ruta: Cali, Pereira y Medellín.
La pesadilla comenzó cuando se escuchó una detonación, dos hombres encapuchados tomaron el control de la aeronave y anunciaron a los pasajeros que se trataba de un secuestro.
Los aeropiratas fueron identificados como Francisco Solano y Eusebio Borja, ambos de nacionalidad paraguaya. Al momento de iniciar el secuestro, se identificaron como integrantes del Ejército de Liberación Nacional de Colombia (ELN). Los secuestradores amenazaron a los pasajeros y la tripulación con detonar unas bombas si no se cumplía su voluntad.
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Inicialmente, las exigencias eran dos: $200.000 dólares y la liberación de presos políticos en Colombia. El avión desvió su rumbo original y se trasladó a Aruba. Una vez aterrizaron en la pequeña isla del Caribe holandés, el valor solicitado por el rescate aumentó a $300.000 dólares.
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En Aruba, los secuestradores permitieron que 40 pasajeros abandonaron la aeronave. Allí, se enteraron de que el Gobierno de Colombia no iba a negociar, por lo cual, el cumplimiento de las exigencias quedaría en manos de la aerolínea SAM.
Molestos por lo sucedido, los captores tomaron la decisión de dirigirse a Lima, Perú, pero tuvieron que volver a la isla por fallas mecánicas. En Aruba, un grupo de pasajeros logró escapar por una puerta de emergencia.
El vuelo 601 nuevamente volvió a despegar y sobrevoló Panamá, Costa Rica y El Salvador, pero debió regresar a la isla del Caribe por falta de permisos para aterrizar. En ese momento, la aerolínea SAM solicitó un cambio en la tripulación, petición que aceptaron los captores y se les entregó un maletín con $50.000 dólares.
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Para ese momento, el secuestro completaba 38 horas y la aeronave se dirigió a Ecuador y luego a Perú. En Lima, fueron liberados 14 pasajeros y volvió a despegar con destino a Argentina.
En la ciudad de Mendoza, recobraron su libertad los rehenes restantes a excepción de la tripulación. El vuelo se dirigía finalmente a Buenos Aires, pero antes realizó dos paradas previas durante la noche donde descendieron los captores.
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El secuestro duró 60 horas y abarcó 24.000 km e incluyó 12 aterrizajes y despegues, por lo cual es considerado como uno de los más largos de la historia de la aeronáutica mundial y el más extenso de Latinoamérica.
La historia inspiró la serie de Netflix ‘Secuestro del vuelo 601’, que a su vez está basada en el libro ‘Los Condenados del Aire’, del periodista italiano Massimo Di Ricco.
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