Problemas respiratorios y afecciones en la piel son solo algunas de las dolencias que sufren Rubiela Arias y Nora Triviño, quienes llegaron a Estados Unidos en busca de una vida mejor. Ellas trabajaron en remover los escombros de los atentados del 11 de septiembre del 2001 y el sueño americano se convirtió en una pesadilla.
Usaron tapabocas de papel 15 días después de empezar su labor y por ello, ahora toman cerca de 20 medicinas diarias para poder vivir con enfermedades que no tienen cura. Las colombianas dicen que nunca recibieron una indemnización justa.
Con Los Informantes volvieron, 17 años después, al sitio donde respiraron hasta los restos de las cientos de víctimas de los atentados en Nueva York.