Mariana Sanz de Santamaría, una abogada de la Universidad de los Andes, se ha convertido en una figura clave en la educación sexual de Barú, una isla a 30 minutos de Cartagena. En un entorno donde la maternidad infantil y la menstruación son tabúes, con su fundación ‘Poderosas’ ha transformado la vida de miles de jóvenes.
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“Siendo profesora, me dicen: ‘una estudiante tuya - de 15 años - acaba de parir y debes ir a entregarle unos talleres para que no pierda mucha clase. Me voy caminando a la casa de mi estudiante para encontrarme con una niña que acababa de parir, yo no lo había entendido; y llego a una casa donde hay otras dos hermanas y otros cinco peladitos y todas fueron mamás adolescentes. Y yo a entregarle un taller de inglés, me sentí ridícula y enseñar inglés empezó a perder sentido para mí”, explicó Mariana Sanz de Santamaría en Los Informantes.
Ella había empezado enseñando inglés, español, economía política, educación física y arte a 368 estudiantes. Sin embargo, pronto se dio cuenta de que enseñar inglés no era suficiente. En Barú, niñas de 14 y 15 años se convertían en madres casi cada año y por ello entendió que la educación sexual era crucial para prevenir embarazos adolescentes.
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"Un libro sin educación es estorbo. Tú acá no sabes lo que necesitan, tú acá vienes a escuchar y a entender y a callarte ", reflexionó sobre lo que fue su primera lección al llegar a esta isla. Así decidió crear un espacio extracurricular para hablar de temas como la menstruación, la autonomía del cuerpo, el sexo y los anticonceptivos.
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Lo que comenzó con cinco estudiantes, pronto creció a 20 y más. Las jóvenes de Barú no solo aprendieron sobre su cuerpo y sexualidad, sino que también se convirtieron en educadoras para otras comunidades. Utilizó métodos prácticos y directos, como enseñar a poner un condón con un pepino, para romper tabúes y estigmas.
“Fueron ellas las que me dijeron ‘seño, queremos ir a otras comunidades a enseñar lo que estamos aprendiendo, porque otras niñas merecen ser poderosas’”, recordó.
A pesar de la falta de apoyo estatal, ‘Poderosas’ ha logrado transformar la vida de muchas jóvenes. La pobreza menstrual y la violencia sexual siguen siendo problemas graves, pero la educación sexual en Barú ha comenzado a cambiar esta realidad.
"La única educación sexual que teníamos nosotras era Profamilia. Llegaban al colegio, nos hablaban de las enfermedades de transmisión sexual, de los embarazos adolescentes y nos entregaban condones, porque ni siquiera anticonceptivos, sino condones y eso era todo", cuenta una joven de la Isla, Eliza de la Rosa.
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Mariana Sanz de Santamaría sigue trabajando incansablemente para educar y empoderar a las jóvenes de Barú. Con eventos como la ‘Cena Más Poderosa del Año’, la ONG ‘Poderosas’ busca recaudar fondos para continuar su labor y seguir cerrando brechas de desigualdad.