Este es un cura diferente a todos los demás. El sacerdote Venanzio Mwangi se viste de colores, reza al ritmo de las tamboras y la marimba y sus misas, con algo de acento y mucha música se han convertido en un espacio vital en Aguablanca en Cali, uno de los barrios más calientes de Colombia. Hace ocho años llegó de Kenia con la misión de reconciliar al negro con sus raíces y con su pasado. Su trabajo ha tenido tanto impacto que parecen una tribu.
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Venanzio Mwangi nació en Kenia y por puro azar terminó viviendo en una de las zonas más populosas y difíciles de Cali, en donde se ha convertido en un líder. Anduvo descalzo hasta los 15 años, es el séptimo de diez hermanos y pasó hambre cuando era un niño. Hace un año estuvo en la Primera Línea, fue protagonista y sobrevivió a las balaceras del Paro Nacional en Puerto Resistencia. Los Informantes conoció al misionero católico que lucha contra el hambre en esa zona humilde de Cali y que quiere conectar a los negros con la grandeza de sus ancestros africanos.