Con el propósito de cambiar el mundo una sonrisa a la vez, el odontólogo Andrés Bedoya visita los territorios más recónditos y pobres de Colombia para devolver la alegría a miles de personas que han perdido su dentadura. Los Informantes viajó hasta San José de Querá, en el Medio Baudó, Chocó, para conocer la historia de este doctor y su equipo médico, quienes realizan prótesis en tiempo récord en zonas remotas, donde la atención especializada es inexistente.
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“La misión de nosotros es regalar sonrisas”, afirmó Bedoya. Es caleño y tiene 33 años, y desde que recuerda ha trabajado como odontólogo, ya que vio a su padre cuando tenía una clínica y un laboratorio en su casa. “En la mesa del comedor todo lo que se hablaba era de dientes”, recordó.
Bedoya y su equipo operan de la mano con la Armada Nacional. Con una técnica propia y un gran deseo de ayudar, creó una fundación que lleva su nombre y que acude a los lugares más remotos del país para devolver la sonrisa a quienes la han perdido. Su trabajo en las periferias es gratuito, pero detrás de esta altruista brigada médica hay una compleja logística.
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“En esta profesión de laboratorio dental para todo usamos moldes. La prótesis primero se fabrica en cera en un material que no va a poder servir para estar en boca y después la convertimos en acrílico, prácticamente como que las fabrico a mano”, afirmó el odontólogo.
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De esta manera, este joven doctor consigue moldear prótesis en tiempos incomparables para los pacientes que más lo requieren y que tienen menos oportunidades. Ha atendido a personas de la tercera edad, que suelen ser los más afectados, pero también ha ayudado a jóvenes.
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“Creé la técnica de enfilar con acrílico, un método que hemos ido desarrollando. Todos los odontólogos que se integran, hasta ahora solo he tenido especialistas de Cali, pero espero contar con profesionales de toda Colombia entrenándose y ayudándome para expandirnos para que este servicio se pueda prestar mucho más”, mencionó Bedoya.
En dos años de trabajo han adelantado 30 brigadas por todo el país, atendiendo entre 5 y 7 personas en cada jornada. Cada uno de los pacientes que vuelve a lucir su dentadura, renace, recobra la alegría, el orgullo, la salud oral y digestiva.
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“En el Pacífico, además de las enfermedades, patologías que sabemos que las personas pueden llegar a sufrir, pues, tenemos una dieta bastante dura de alimentos...Entonces, en ese orden de idea, una persona sin dientes aquí no tiene cómo alimentarse fácilmente”, afirmó.
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Y es que, si hay algo peor que un dolor de muelas, es el calvario y la vergüenza que sienten algunas personas al no tener parte de su dentadura. Por eso, este equipo médico les devuelve la esperanza a los pacientes, quienes vuelven a lucir sus dientes, recobrando la alegría y la seguridad.
“La invitación es esa, a que los rehabilitadores y los técnicos dentales que me escuchan de todo Colombia se pongan en contacto con nosotros y van a ser acogidos muy bien por nosotros y entrenados para que esa labor que se desarrolla se pueda implementar al mismo tiempo en varios sectores del país”, concluyó.