En Colombia hay unas 76 especies de tiburones, pero, por ejemplo, el sierra, que era el más famoso ya desapareció y esto debido a la cruenta práctica del aleteo, donde, para comercializarla, le corta la aleta al tiburón y lo regresan malherido al mar, provocando así cambios en el ecosistema.
Ana María Muñoz denuncia irresponsabilidad en esta actividad que se supone es buceo inofensivo. Asegura que no hay un manual, no advierten sobre los tiburones en la zona, a los que, además, alimentan muy cerca de la playa generándoles un cambio en su conducta natural.
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