La trayectoria de la Nena Arrázola es tan arriesgada como inspiradora. A lo largo de su carrera, la periodista del programa Los Informantes , de Caracol Televisión, ha recibido múltiples amenazas por su labor investigativa, pero quizá el mayor desafío de su vida llegó cuando fue diagnosticada con cáncer. En el podcast Frecuencia Femenina, la comunicadora relató cómo esa experiencia es semejante con los riesgos que ha enfrentado en su profesión y cómo siempre ha mantenido una actitud valiente frente al peligro.
"Yo dije, pero es que no es la primera vez que yo estoy en peligro de muerte ni será la última... siempre viví al límite", reflexionó sobre las amenazas de muerte y situaciones extremas que han sido constantes en su vida desde que eligió el periodismo.
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Reflexionó y comparó el cáncer que padeció y su arriesgada labor periodística.
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"Me han insultado, balas, culebras, selva, monte, metástasis... era una más", subrayó la Nena sobre los desafíos que ha vivido.
Una vida preparada para el peligro
La Nena Arrázola ha sido testigo de la brutalidad de la guerra, el narcotráfico y el conflicto armado en Colombia.
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“Me acordaba de los momentos míos en la selva, cubriendo las masacres de la guerrilla, de los paracos, del narcotráfico y echaba uno para adelante, no se ve el sol, pero qué importa, vamos para adelante”, afirmó, evidenciando la fortaleza que ha desarrollado a lo largo de su carrera.
Uno de los recuerdos más marcados de su vida como periodista ocurrió durante una cobertura en Caquetá, en la época de las masacres perpetradas por las FARC. Estaba junto a un grupo de periodistas extranjeros, uno de ellos preguntó: "¿a dónde vamos a llegar?". La Nena respondió: “Cuando salga el sol lo sabremos”, una frase que resume su valentía y optimismo ante los desafíos más difíciles.
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El cáncer: una nueva batalla
Cuando le diagnosticaron metástasis, Nena Arrázola no sintió miedo. "Esta experiencia de la metástasis lo que hizo fue ratificar ese entrenamiento que Dios me vino dando durante muchos años", explicó, refiriéndose a cómo sus experiencias previas la prepararon para esta nueva lucha.
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A pesar de la gravedad de su diagnóstico, mantuvo la misma determinación con la que ha enfrentado todas las amenazas en su vida.
Pero su batalla contra el cáncer no solo fue física. Con el apoyo de su familia y su fe, la Nena reflexionó sobre su resiliencia. "Yo luego reflexioné: de pronto pudo haber sido el espíritu santo, que me dijo ‘ves para lo que te preparé’”, señaló, haciendo una conexión entre su fe y cómo ha enfrentado los momentos más difíciles.
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Hoy, Nena Arrázola ha superado el cáncer y, aunque reconoce que su vida siempre ha estado al límite, continúa disfrutando tanto del periodismo como del deporte, las dos grandes pasiones que la impulsan a seguir adelante.