Cortar o quemar el clítoris o los labios vaginales es una práctica que la Organización Mundial de la Salud considera violencia de género y una vulneración a los derechos de las niñas. Sigue sucediendo en Colombia, es el único país de América donde se realiza y a pesar de los esfuerzos por eliminarla, los casos registrados se han incrementado en el 2023. Los Informantes habló con una sobreviviente y recorrió el hospital de Pereira en donde este año han llegado 30 bebés víctimas de la mutilación genital.
“Uno como que no provoca nada de las relaciones con hombre, o sea, uno vivir así tranquila, como muy fría, como que no va a estar alegre con él, nada de eso, fría, todo simple, para uno como que no tuvieran marido”. Es muy difícil hablar de la intimidad, aún más cuando se hace con un desconocido, Alejandrina Guasorna tiene 71 años, pertenece a la etnia Emberá, lo que tiene que decir es superior a su pudor y por eso da esta entrevista. Habla de sexo, afirma que no siente placer porque cuando era bebé la sometieron a la mutilación genital femenina.
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“¿Que le podría decir a la gente que piensa hacerle esto a sus hijas? Yo diría que no, que no hagan eso, pues uno no sintió dolores, pero no sí siente más tarde las cosas las consecuencias de lo que hicieron”. Alejandrina es una mujer valiente, en su cultura este tema no suele tratarse públicamente, la mutilación no ablación genital femenina es reconocida internacionalmente como una violación de los derechos humanos y consiste en cortar el clítoris o lesionar los genitales femeninos por motivos no médicos, es considerada en algunas culturas como una tradición y Colombia es el único país de América donde se practica.
“Unos dicen que lo cortan con un cuchillo y otros dicen que lo queman con puntilla y otros dicen que lo queman con alcohol”. Alejandrina es madre de Francia Giraldo, líder en Emberá, elegida mujer Cafam por el departamento de Risaralda, reconocida por su lucha por buscar la equidad de género en su comunidad. “¿Esa costumbre de dónde viene Francia? ¿Qué se dice dentro de la comunidad? Dentro de la comunidad se dice que se dice que esto viene de nuestros antepasados, de nuestros abuelos de hace muchos años, que esta práctica debía de hacerle a las niñas. ¿Y para qué la hacen? Lo que a mí me han dicho, la respuesta que me han dado es que porque a una niña si no le hacen esta práctica esta niña no va a ser mujer como de un solo hombre, sino que ella va a tener varios hombres, que porque va a ser una niña brincona”.