El 3 de mayo de 2014, Andrés Felipe Mejía, un agente del CTI de tan solo 25 años, participaba en un operativo de alto riesgo en la selva del Guaviare. La misión tenía como objetivo capturar a Carlos Antonio Losada, comandante de las FARC. Sin embargo, esa noche, la cuerda que sostenía a Andrés Felipe durante su descenso desde un helicóptero se cortó, y desde entonces, no se ha vuelto a saber de él. Solo encontraron su fusil.
Álvaro Mejía, de 62 años, ha pasado la última década atrapado en una realidad dolorosa, donde cada llamada y cada golpe en la puerta podría significar el fin de su espera.
"Esa incertidumbre que lo acompaña uno todo el tiempo, que cuando tiene una persona desaparecida y que no tiene la certeza de que esté muerta, eso es como un cáncer que lo va carcomiendo a uno", confesó el padre del agente del CTI.
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Para él y su familia, cada fecha especial, como el cumpleaños de Andrés Felipe, es un recordatorio constante de la ausencia y el dolor.
"Por supuesto que la vida no vuelve a ser igual, en las fechas especiales, por ejemplo, Andrés Felipe cuatro días después de su desaparición cumplía 26 años... esas son fechas muy difíciles", lamentó en Los Informantes.
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La desaparición de Andrés Felipe desencadenó una de las operaciones de búsqueda más grandes en la historia de las Fuerzas Militares de Colombia.
"Atacamos con aproximadamente 30 helicópteros más todo el apoyo de capacidades de la Fuerza Aérea Colombiana", recordó el general Alberto Mejía, quien fue comandante de las Fuerzas Militares y dirigió la operación.
Sin embargo, a pesar de la movilización de 638 hombres, 11 aeronaves, y un despliegue sin precedentes de recursos, los esfuerzos no dieron resultados positivos.
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Durante estos diez años, las hipótesis sobre lo que le pudo haber sucedido a Andrés Felipe han sido diversas. Algunas sugieren que fue secuestrado por la guerrilla, otras que perdió la memoria y deambula por ahí. Muchas personas llamaron pidiendo recompensa, pero, hasta la fecha, no hay rastro del paradero del joven agente.
A pesar de los años transcurridos, la familia Mejía sigue esperando respuestas. Blanca Ruiz, madre de Andrés Felipe, recuerda cómo solía encender un velón cada vez que su hijo salía en misión.
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La desaparición de Andrés Felipe Mejía continúa siendo un misterio para su familia y para quienes participaron en su búsqueda.